El encanto de Metepec, un respiro a un paso de la capital

Con el verano llegando a su fin, la necesidad de una escapada revitalizante se hace sentir. Para aquellos que buscan una experiencia enriquecedora sin alejarse demasiado de la Ciudad de México, los pueblos mágicos se presentan como la alternativa ideal. Y entre ellos, Metepec brilla con luz propia, ofreciendo una mezcla irresistible de historia, tradición y cultura, todo a menos de dos horas de distancia y con opciones para todos los bolsillos.

Imaginen recorrer calles empedradas, respirando el aire fresco y dejándose envolver por la magia de un lugar donde el tiempo parece transcurrir a otro ritmo. Metepec ofrece precisamente eso: la posibilidad de desconectar del bullicio citadino y sumergirse en un ambiente de tranquilidad. Desde caminatas contemplativas hasta la visita de sitios históricos, las opciones son tan variadas como los gustos de sus visitantes.

Para los amantes de la gastronomía, la Plaza Juárez es el punto de partida perfecto. Allí, bajo la atenta mirada de la Tlanchana, una imponente escultura que parece custodiar el lugar, se despliega un abanico de sabores locales que deleitarán hasta los paladares más exigentes. Familias enteras pueden disfrutar de momentos inolvidables en el Parque Ecológico Zacango, un espacio natural donde los más pequeños encontrarán entretenimiento y los adultos podrán relajarse en un entorno sereno.

Pero Metepec es mucho más que un simple remanso de paz. Es un crisol de arte y tradición, donde el barro cobra vida en manos de talentosos artesanos. El Centro de Desarrollo Artesanal y el Museo del Barro son ventanas a este mundo fascinante, donde se puede apreciar la maestría con la que se moldea esta materia prima para crear piezas únicas, como el emblemático "Árbol de la Vida", símbolo indiscutible del pueblo mágico.

La espiritualidad también encuentra su espacio en Metepec. La Iglesia del Calvario, ubicada en lo alto del Cerro de los Magueyes, no solo ofrece un remanso de paz, sino también una vista panorámica impresionante del Valle de Toluca. Y para aquellos que buscan sumergirse en la historia, la Iglesia y Ex Convento de San Juan Bautista narra, a través de su arquitectura, la llegada de los primeros frailes franciscanos al Valle de Matlatzinco.

Llegar a Metepec desde la Ciudad de México es sencillo y accesible. Desde la Central de Observatorio, un autobús con destino a Toluca, con un costo aproximado de 160 pesos, nos acerca a este mágico destino. Una vez en Toluca, un breve trayecto en autobús local nos lleva directamente a Metepec. Para quienes prefieren viajar en automóvil, la ruta por Santa Fe, tomando la carretera México-Toluca, es la opción más conveniente, aunque el costo puede incrementarse a unos 250 pesos, considerando casetas y gasolina.

En resumen, Metepec se presenta como una opción ideal para una escapada de fin de semana. Un lugar donde la historia, la tradición y la cultura se entrelazan para ofrecer una experiencia inolvidable. Un destino cercano, accesible y lleno de encanto, perfecto para recargar energías y disfrutar de la magia que México tiene para ofrecer.