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19 de agosto de 2025 a las 20:10

Descubre los beneficios de las quesadillas de huitlacoche y flor de calabaza

Adentrémonos en el fascinante mundo de las quesadillas, un plato emblemático de la gastronomía mexicana que, en sus versiones de huitlacoche y flor de calabaza, nos ofrece un festín de sabores y beneficios para la salud. Imaginen el aroma terroso del huitlacoche, ese "caviar azteca" que se funde con la tortilla de maíz, liberando un bouquet de nutrientes que revitalizan nuestro cuerpo. Lejos de ser un simple antojo, el huitlacoche, ese hongo que crece entre los granos de maíz, es una joya nutricional. Pensemos en la riqueza de sus proteínas vegetales, ideales para quienes buscan alternativas a la carne, y en la fibra que nos ayuda a mantener una digestión saludable. Sus aminoácidos esenciales, los bloques constructores de nuestras células, y sus antioxidantes, que combaten el daño celular, hacen del huitlacoche un aliado indispensable para una vida plena. Además, investigaciones recientes han revelado la presencia de compuestos bioactivos con propiedades antiinflamatorias, que contribuyen a proteger nuestro sistema inmunológico y a mantenernos fuertes frente a las enfermedades.

Una quesadilla de huitlacoche, elaborada con sabiduría y equilibrio, se convierte en una fuente inagotable de bienestar. El hierro, esencial para la formación de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno en la sangre, se une al fósforo, fundamental para la salud ósea y la producción de energía. Las vitaminas del complejo B, en especial la niacina y la riboflavina, intervienen en procesos metabólicos cruciales para nuestro organismo, mientras que los compuestos fenólicos, con su poder antioxidante, nos protegen del envejecimiento prematuro. Y si optamos por la tortilla de maíz nixtamalizado, no solo disfrutamos de un sabor auténtico, sino que también incorporamos una dosis extra de fibra y calcio, pilares de una dieta equilibrada.

Por otro lado, la delicada flor de calabaza, con su textura suave y su sabor sutil, nos regala una experiencia culinaria ligera y refrescante. Baja en calorías y grasas, es una aliada perfecta para quienes buscan cuidar su figura sin sacrificar el placer de comer. Su alto contenido en agua nos ayuda a mantenernos hidratados, mientras que la fibra promueve una digestión óptima. La vitamina C, un potente antioxidante que fortalece nuestro sistema inmunológico, y los betacarotenos, precursores de la vitamina A, esenciales para la salud visual y la piel, se unen a la fiesta de nutrientes que nos ofrece la flor de calabaza. Además, nos aporta minerales vitales como el calcio, el potasio y el magnesio, que contribuyen a la salud ósea, regulan la presión arterial y mantienen el equilibrio electrolítico de nuestro cuerpo.

Imaginen una quesadilla de flor de calabaza, preparada con el toque mágico de la cocina tradicional mexicana. La cebolla, con su aroma penetrante, y el epazote, con su sabor inconfundible, realzan la delicadeza de la flor, creando una sinfonía de sabores que deleita nuestro paladar. Un toque de queso fresco, con moderación, aporta cremosidad y un extra de calcio, convirtiendo esta quesadilla en una comida completa, saciante y fácil de digerir.

Recordemos que la clave para disfrutar de los beneficios de estas quesadillas radica en la forma en que las preparamos. Optar por una cocción ligera, ya sea al comal o con un mínimo de aceite, y elegir ingredientes frescos y naturales, nos permite conservar al máximo sus propiedades nutritivas. Evitar los excesos de grasa y queso, así como las frituras, es fundamental para mantener un peso saludable y cuidar nuestro bienestar a largo plazo. Las quesadillas de huitlacoche y flor de calabaza, preparadas con consciencia y respeto por los ingredientes, se convierten en un tesoro culinario que nutre nuestro cuerpo y deleita nuestros sentidos.

Fuente: El Heraldo de México