
20 de agosto de 2025 a las 02:10
Alerta FDA: Camarones Radiactivos.
La alerta sanitaria emitida por la FDA respecto a la presencia de Cesio-137 en ciertos lotes de camarones congelados importados de Indonesia ha generado una comprensible preocupación entre los consumidores. Si bien la FDA ha aclarado que los niveles detectados, 68 Bq/kg, no representan un peligro inmediato para la salud, la posibilidad de riesgos a largo plazo, como el desarrollo de cáncer debido a la exposición prolongada a la radiación, justifica la precaución y la necesidad de informarse adecuadamente.
Es importante destacar que la FDA, a pesar de no haber ordenado la retirada inmediata del producto de los supermercados en los estados donde se comercializa (Alabama, Arkansas, Florida, Georgia, Kentucky, Louisiana, Missouri, Mississippi, Ohio, Oklahoma, Pennsylvania, Texas y Virginia Occidental), sí ha actuado de forma preventiva bloqueando la entrada de cuatro contenedores en los puertos de Los Ángeles, Houston, Savannah y Miami. Esta medida, que afecta a camarones empanizados y otros productos con resultados positivos o en alerta por Cs-137, demuestra la seriedad con la que las autoridades estadounidenses se están tomando la situación.
La presencia de este isótopo radiactivo, el Cesio-137, producto de la actividad humana y con una vida media de 30 años, plantea interrogantes sobre la seguridad alimentaria y los controles de calidad en la cadena de suministro. Aunque se encuentren trazas de Cs-137 en el medio ambiente, es fundamental asegurar que los niveles en los alimentos que consumimos se mantengan dentro de los límites considerados seguros.
La recomendación de la FDA de no consumir, vender ni servir los lotes afectados de camarones congelados de la marca Great Value, comercializados en Walmart, es una medida prudente para proteger la salud pública. Los consumidores deben estar atentos a la información proporcionada por la FDA, incluyendo los códigos de lote y fechas de producción, para identificar los productos potencialmente afectados.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de la trazabilidad en la industria alimentaria y la necesidad de fortalecer los mecanismos de control para garantizar la seguridad de los productos que llegan a nuestras mesas. Además, nos invita a reflexionar sobre el impacto de la actividad humana en el medio ambiente y la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles que minimicen la presencia de sustancias radiactivas en la cadena alimentaria.
La FDA ha asegurado que continuará monitoreando la situación y tomando las medidas necesarias para proteger la salud de los consumidores. Es fundamental mantenerse informado a través de los canales oficiales y seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias. La transparencia y la comunicación fluida entre las autoridades, la industria alimentaria y los consumidores son esenciales para gestionar este tipo de incidentes y mantener la confianza en la seguridad de nuestros alimentos.
Fuente: El Heraldo de México