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18 de agosto de 2025 a las 23:20

¿Villanas? Elaine y Dalílah tras la salida de Ninel

La incertidumbre se palpa en el aire del Cuarto Día. Tras la inesperada eliminación de Ninel Conde, la confusión y la preocupación se han convertido en las compañeras indeseadas de Dalílah Polanco y Elaine Haro. El eco de la despedida de “El Bombón Asesino” aún resuena en los pasillos de La Casa de los Famosos, dejando tras de sí un mar de interrogantes. ¿Por qué el público no salvó a Ninel? ¿Acaso la audiencia las percibe como las antagonistas de esta historia?

El temor a ser etiquetadas como “las villanas” ha comenzado a sembrar la duda en el corazón de Dalílah. "Sí me preocupa, me da para abajo pensar que lo estamos haciendo mal y no nos damos cuenta, o que estamos siendo unas mierd, unas cabras o estamos siendo villanas", confesó con una vulnerabilidad que deja entrever la presión que se vive dentro de la casa. La comediante, conocida por su humor y su carisma, se encuentra ahora en una encrucijada, cuestionándose cada paso, cada palabra, cada gesto.

Elaine, por su parte, se aferra a la convicción de que sus acciones no justifican esa percepción negativa. Ambas insisten en que no han actuado con malicia, que no han buscado sembrar la discordia ni tejer intrigas a espaldas de sus compañeros. "No (estamos) metiéndonos así cizañosamente con los de allá, no hemos hecho comentarios pasivo agresivos", afirma Elaine con firmeza, buscando una explicación lógica a la aparente desaprobación del público.

La ex de Eugenio Derbez, Dalílah, reconoce que la estrategia del Cuarto Día necesita un replanteamiento urgente. Es imperativo comprender qué ha fallado, qué ha llevado a la audiencia a distanciarse de ellas. La actriz se muestra tajante: entró al reality para ser ella misma, no para interpretar un papel, y el de villana no le encaja.

El análisis introspectivo se convierte en la terapia de emergencia del Cuarto Día. Repasan sus días en la casa, escudriñan sus conversaciones, buscan en sus recuerdos alguna pista que explique el descontento del público. “En mi vida real normalmente no hablo de las personas, ni de sus vidas, ni nada”, reflexiona Elaine, mientras Dalílah confiesa que se enamoró del Cuarto Día y que quizás su percepción de la armonía del grupo no se corresponde con la realidad que se proyecta al exterior.

La conversación, cargada de incertidumbre y preocupación, termina con un bálsamo de afecto y reconocimiento mutuo. Se llenan de halagos, reafirmando la buena imagen que tienen la una de la otra, buscando en esa conexión la fuerza para enfrentar la tormenta que se avecina. La incertidumbre persiste, pero la unidad del Cuarto Día, al menos por ahora, parece intacta. ¿Lograrán descifrar el enigma de su impopularidad? ¿Conseguirán revertir la percepción del público? Solo el tiempo lo dirá.

Fuente: El Heraldo de México