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19 de agosto de 2025 a las 00:10
Selva Maya: Acuerdo histórico protege millones de hectáreas
Un hito histórico se ha forjado en la heartland de la civilización maya. México, Belice y Guatemala, en un acto de unidad y visión de futuro, han sellado un acuerdo trinacional para la protección de 5.7 millones de hectáreas de la majestuosa Selva Maya. Esta alianza, gestada bajo el liderazgo de Alicia Bárcena Ibarra, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, representa un paso monumental hacia la preservación de uno de los pulmones verdes más importantes del continente americano, solo superado por la Amazonía.
Imaginen la inmensidad: 5.7 millones de hectáreas, un territorio equivalente a más de diez veces la extensión de la República Dominicana, destinado a la conservación de la biodiversidad y el patrimonio cultural. Este corredor biocultural, que se extiende a través de las fronteras de los tres países, alberga un tesoro natural inigualable: más de 7 mil especies de flora y fauna, un verdadero arca de Noé de la vida silvestre. Desde el imponente jaguar, símbolo de poder y misterio, hasta el colorido tucán, embajador de la exuberancia tropical, la Selva Maya es un crisol de vida que palpita al ritmo ancestral de la naturaleza.
La participación de cada país en este acuerdo es un testimonio de su compromiso con la sostenibilidad. Belice aporta 0.6 millones de hectáreas, incluyendo 11 áreas naturales protegidas, joyas ecológicas que brillan en el corazón del Caribe. Guatemala, con una contribución de 2.7 millones de hectáreas y 27 áreas protegidas, abre las puertas a un mundo de maravillas naturales, incluyendo el mítico Petén, cuna de la civilización maya. Y México, con 2.4 millones de hectáreas y 12 áreas protegidas, refuerza su compromiso con la conservación de este patrimonio compartido.
Más allá de la riqueza natural, este acuerdo reconoce la profunda conexión entre la selva y las comunidades que la habitan. Más de dos millones de personas, guardianes ancestrales de este tesoro verde, son protagonistas en esta historia de conservación. Sus saberes tradicionales, su cosmovisión y su profundo respeto por la naturaleza son la clave para garantizar la sostenibilidad de este proyecto. Ciudades míticas como Tikal y Calakmul, vestigios de un pasado glorioso, se integran a este corredor biocultural, recordándonos la importancia de preservar nuestro legado histórico para las futuras generaciones.
Este no es solo un acuerdo entre gobiernos, es un pacto con la vida, un compromiso con el futuro. Es un llamado a la acción, una invitación a unirnos en la tarea de proteger este pulmón verde que nos da vida. La Selva Maya, fuente de inspiración y hogar de una biodiversidad excepcional, nos espera con los brazos abiertos. Es nuestro deber protegerla, no solo por su valor intrínseco, sino por el bienestar de las generaciones venideras. Este acuerdo trinacional es un faro de esperanza, un ejemplo de cómo la colaboración y la visión de futuro pueden allanar el camino hacia un planeta más sostenible.
Fuente: El Heraldo de México