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18 de agosto de 2025 a las 09:25

Protege a tus boxeadores

La reciente tragedia que enlutó al mundo del boxeo, con el fallecimiento de dos púgiles en una misma velada, nos obliga a reflexionar profundamente sobre la seguridad en nuestro deporte. Si bien el boxeo, por su naturaleza, conlleva riesgos inherentes, es nuestra responsabilidad minimizarlos al máximo. La JBC ha tomado cartas en el asunto, iniciando reuniones para implementar medidas inmediatas, y desde el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) reiteramos nuestro compromiso inquebrantable con la salud y la integridad física de cada uno de los guerreros que se suben al ring.

Más allá de las nuevas regulaciones que puedan surgir, es crucial recordar que la seguridad en el boxeo es una responsabilidad compartida. Desde los peleadores, entrenadores, promotores, médicos, hasta los aficionados, todos formamos parte de esta cadena de protección. No se trata solo de seguir protocolos, sino de interiorizar una cultura de prevención que priorice la salud por encima de cualquier otro objetivo.

El peso, por ejemplo, es un factor crítico. No se trata simplemente de dar el peso el día del combate, sino de mantener un control riguroso durante todo el proceso de entrenamiento. Las fluctuaciones bruscas de peso pueden debilitar al boxeador y hacerlo más vulnerable a lesiones. El monitoreo constante a través de plataformas como BoxMed, junto con los pesajes obligatorios previos a la pelea, son herramientas esenciales para garantizar la seguridad del atleta.

Las licencias y los permisos de salida, aunque parezcan trámites burocráticos, son en realidad salvaguardas que aseguran que el boxeador está en condiciones óptimas para competir. Del mismo modo, las suspensiones obligatorias tras un combate, con periodos de descanso que varían según la intensidad de la pelea, son fundamentales para la recuperación física y neurológica del boxeador. No respetar estos periodos de descanso puede tener consecuencias devastadoras.

Los exámenes médicos son otro pilar fundamental. Desde la resonancia magnética al inicio de la carrera, hasta los exámenes anuales para la renovación de la licencia y los chequeos pre y post combate, son herramientas imprescindibles para detectar cualquier anomalía y prevenir problemas de salud a largo plazo. En este sentido, la transparencia y la honestidad del boxeador son cruciales. Reportar cualquier síntoma sospechoso, por mínimo que parezca, puede marcar la diferencia.

La vida fuera del ring también influye en el rendimiento y la salud del boxeador. El consumo de alcohol y drogas, tanto recreativas como las que mejoran el rendimiento, son prácticas absolutamente incompatibles con el boxeo. Estos hábitos no solo ponen en riesgo la salud del boxeador, sino que también pueden afectar su desempeño e incluso poner en peligro la vida de su oponente.

La nutrición e hidratación son aspectos a menudo subestimados, pero que juegan un papel crucial en la prevención de lesiones. Una dieta balanceada y una correcta hidratación son esenciales para mantener el cuerpo en óptimas condiciones y afrontar las exigencias del entrenamiento y la competición.

Es fundamental, además, denunciar cualquier práctica peligrosa para bajar de peso. La presión por dar el peso no puede justificar métodos que pongan en riesgo la salud del boxeador. En este sentido, la responsabilidad de los promotores y managers es enorme. Deben velar por la seguridad de sus púgiles y evitar programar peleas desiguales que puedan resultar peligrosas.

Finalmente, la manipulación de vendajes y guantes es una práctica criminal que no tiene cabida en el boxeo. El réferi y la esquina también juegan un papel vital en la seguridad del boxeador, deteniendo el combate cuando es evidente que uno de los púgiles está en peligro. Recordemos siempre que hay otra oportunidad, y que ninguna victoria vale la pena si se pone en riesgo la salud de un boxeador. Como decía mi padre, Don José Sulaimán, la seguridad de los boxeadores es lo primero. Su legado, y la memoria de quienes han perdido la vida en el ring, nos inspiran a seguir trabajando incansablemente por un boxeo más seguro.

Fuente: El Heraldo de México