
18 de agosto de 2025 a las 04:50
Investigan ataque directo en Culiacán
La tranquilidad de la tarde en la colonia Las Coloradas, en la zona rural de Culiacán, Sinaloa, se vio brutalmente interrumpida por una ráfaga de violencia. El reloj marcaba aproximadamente las 3 de la tarde del 17 de agosto cuando la cotidianidad de un grupo de jóvenes que convivía afuera de una casa, ubicada en la esquina de las calles San Alfonso y Abedules, se transformó en una escena de terror. Testigos presenciales describen la repentina aparición de una motocicleta, a bordo de la cual viajaban presuntos sicarios. Sin mediar palabra, abrieron fuego indiscriminadamente contra el grupo, desatando el pánico entre los vecinos que rápidamente buscaron refugio.
El eco de los disparos resonó en las calles, alertando a los residentes de Las Coloradas sobre la tragedia que se desarrollaba. La tranquila convivencia se convirtió en un caos de gritos y confusión. Los jóvenes, sorprendidos por el ataque, intentaron protegerse como pudieron, pero la lluvia de balas alcanzó a cinco de ellos. La imagen de los cuerpos tendidos en el suelo, mientras la sangre manchaba el pavimento, es un crudo recordatorio de la violencia que azota a la región.
Minutos que parecieron eternos transcurrieron antes de que las sirenas de las patrullas rompieran el silencio. Policías y elementos de la Guardia Civil acordonaron la zona, mientras paramédicos se apresuraban a auxiliar a las víctimas. Tres de los heridos fueron atendidos en el lugar y posteriormente trasladados a hospitales cercanos. La gravedad de sus lesiones aún se desconoce, pero la angustia de sus familiares y amigos se palpa en el aire. Se sabe que un cuarto joven, también herido, fue llevado por sus propios familiares a un centro médico, buscando una atención más rápida ante la desesperación del momento. Un quinto joven, milagrosamente ileso, logró escapar de la escena, presumiblemente en estado de shock.
La Fiscalía General del Estado de Sinaloa no ha tardado en reaccionar. Investigadores se presentaron en el lugar de los hechos para recopilar evidencias y comenzar las indagatorias correspondientes. Casquillos regados por el suelo, manchas de sangre y los testimonios de los vecinos son piezas clave que buscan reconstruir la dinámica del ataque. La pregunta que todos se hacen es ¿qué motivó esta brutal agresión? ¿Se trató de un ataque directo? ¿Quiénes son los responsables?
Las autoridades mantienen un hermetismo total respecto a las posibles líneas de investigación, pero aseguran estar trabajando arduamente para dar con el paradero de los agresores. La comunidad de Las Coloradas se encuentra consternada, exigiendo justicia y un alto a la violencia que impacta sus vidas. Este lamentable suceso pone de manifiesto, una vez más, la urgente necesidad de reforzar la seguridad en la región y brindar protección a los ciudadanos. La esperanza de los habitantes de Las Coloradas reside en que este acto de violencia no quede impune y que se implementen medidas efectivas para prevenir futuras tragedias. Mientras tanto, la incertidumbre y el miedo se apoderan de las calles, dejando una profunda herida en el corazón de la comunidad.
Fuente: El Heraldo de México