
18 de agosto de 2025 a las 09:20
Inversión Finsa: ¿En pausa?
La industria manufacturera en México se encuentra en una encrucijada. Si bien la ocupación en los parques industriales se mantiene robusta, rozando el 98%, la inversión nueva se ha frenado. Esto, según Sergio Argüelles, líder de Finsa, la empresa de parques industriales más importante del país, se debe a la incertidumbre generada por las políticas arancelarias. Imaginen un motor funcionando a toda marcha, pero sin combustible para seguir avanzando. Esa es la imagen que proyecta la manufactura nacional.
La perspectiva de Argüelles, con presencia en 28 estados y más de 300,000 empleados en sus parques, es un termómetro preciso de la realidad industrial. Él palpa de primera mano las inquietudes de los inversionistas, quienes, más allá de las ventajas logísticas y de infraestructura, exigen dos cosas fundamentales: seguridad y suministro eléctrico confiable. No se trata de simples peticiones, sino de condiciones sine qua non para que las empresas se animen a invertir y expandir sus operaciones. Es como si un agricultor tuviera la mejor tierra, pero sin agua ni seguridad para su cosecha. De nada serviría.
La seguridad, un tema recurrente y crucial, se ha convertido en un factor determinante para la inversión. Las zonas tradicionalmente activas, como el corredor Monterrey-El Derramadero y el Bajío, siguen mostrando dinamismo, pero incluso en estas regiones la sombra de la inseguridad acecha, particularmente en Guanajuato. La frontera, otro polo de desarrollo, presenta debilidades en ciudades clave como Juárez y Tijuana. Ante este panorama, la pregunta es: ¿cómo podemos garantizar un clima de seguridad que incentive la inversión y el crecimiento económico? No se trata solo de atraer nuevas empresas, sino de consolidar las que ya operan en el país.
Finsa, consciente de la importancia del suministro eléctrico, ha tomado la iniciativa de instalar subestaciones en sus parques industriales. Esta medida no solo satisface las demandas de los inversionistas, sino que también contribuye a la modernización de la infraestructura energética del país. Es una apuesta a futuro, una inversión que generará beneficios a largo plazo. Imaginen una red eléctrica robusta y confiable, capaz de alimentar el crecimiento industrial y el desarrollo económico de todo el país. Ese es el futuro que se vislumbra con estas iniciativas.
Mientras tanto, el cobre refinado mexicano busca nuevos horizontes en mercados como Francia, Polonia y China. La creciente demanda global de este mineral, proyectada en un aumento del 2% anual hasta 2050, abre una ventana de oportunidad para el sector minero nacional. Potenciar la refinación de cobre, según expertos, podría ser la clave para la sustentabilidad a largo plazo, incluso en un contexto de incertidumbre arancelaria. Es como encontrar un tesoro escondido, una veta de oportunidades que podría impulsar el desarrollo económico y generar empleos.
En resumen, la manufactura mexicana se encuentra en un momento crucial. La ocupación se mantiene alta, pero la nueva inversión está a la espera de señales claras. La seguridad, la energía y la certeza son las piezas clave para destrabar el potencial del sector y asegurar un crecimiento sostenido. El caso del cobre refinado demuestra que, incluso en tiempos difíciles, existen oportunidades para la innovación y el desarrollo. La pregunta es: ¿estaremos a la altura del desafío?
Fuente: El Heraldo de México