
Inicio > Noticias > Cuidado Familiar
18 de agosto de 2025 a las 09:35
El Cuidado: Clave Familiar
La XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe ha puesto el dedo en la llaga sobre una cuestión fundamental: el cuidado de los más vulnerables en nuestras familias. Y no solo eso, sino también el cuidado de quienes cuidan, un trabajo que, histórica y culturalmente, ha recaído de manera desproporcionada sobre los hombros de las mujeres. ¿Es justo? ¿Es sostenible? La respuesta, resonante y clara, es no.
La propuesta de la CEPAL de fortalecer la gobernanza con marcos legales y políticas públicas que garanticen el acceso al cuidado es un paso crucial. Rediseñar la economía para reconocer y redistribuir el trabajo de cuidado, tanto remunerado como no remunerado, es esencial para construir sociedades más justas e igualitarias. Imaginemos un futuro donde el cuidado no sea una carga invisible, sino una actividad valorada y compartida, donde las mujeres no tengan que elegir entre su desarrollo profesional y el bienestar de sus familias.
El diálogo social es la piedra angular de este proceso. Gobiernos, sector privado, sociedad civil y comunidades deben unirse en un esfuerzo conjunto para alcanzar consensos que impulsen estos cambios. No se trata de imponer, sino de construir un nuevo paradigma donde el cuidado sea una responsabilidad compartida, un compromiso colectivo que fortalezca el tejido social.
En México, la nueva Ley de Cuidados representa una oportunidad única para abordar esta problemática de manera integral. No basta con crear normas y presupuestos; es imperativo impulsar un cambio cultural profundo que desmantele la idea de que el cuidado es una tarea exclusivamente femenina. Necesitamos fomentar la corresponsabilidad en las familias, crear redes de apoyo que permitan a las mujeres —y a los hombres— compartir la responsabilidad del cuidado de personas adultas mayores, niños y otros grupos vulnerables.
La clave, creo, reside en reivindicar la esencia de la familia extendida mexicana, esa red de apoyo mutuo que ha sido un pilar de nuestra sociedad durante generaciones. Debemos adaptarla a la realidad actual, construyendo una nueva visión familiar donde todos participen, donde el cuidador principal también reciba el apoyo y el cuidado que merece, y donde la política pública respalde y fortalezca esta dinámica.
Imaginemos familias donde el cuidado sea una fuente de conexión, no de agotamiento. Familias donde la responsabilidad se comparta, donde el apoyo sea mutuo, y donde todos, desde los más pequeños hasta los más mayores, se sientan protegidos y valorados.
Si logramos esto, no solo estaremos protegiendo a los más vulnerables, sino también preservando uno de los mayores tesoros de nuestra sociedad: la familia. Una familia fuerte, resiliente, capaz de brindar refugio y apoyo a todos sus miembros. Una familia donde el cuidado sea un acto de amor y solidaridad, un reflejo de lo mejor de nosotros mismos. Un pilar fundamental para un futuro más justo, equitativo y humano.
Fuente: El Heraldo de México