La contundente disminución de la pobreza multidimensional en México no es una simple estadística, sino un testimonio palpable del impacto transformador de las políticas públicas impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y continuadas con firmeza por la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo. La cifra de 13 millones de mexicanos que han salido de la pobreza desde 2020, según datos del INEGI, resuena con fuerza, desmantelando las críticas y escepticismos que en su momento rodearon la estrategia de priorizar el bienestar social. Este logro no es fruto de la casualidad, sino de una visión humanista que coloca en el centro de la acción gubernamental a quienes más lo necesitan.

El lema "por el bien de todos, primero los pobres" ha dejado de ser una consigna para convertirse en una realidad tangible. Los programas sociales, lejos de ser las "dádivas" que algunos detractores señalaban, han demostrado ser herramientas eficaces para combatir la desigualdad y construir un país más justo. El apoyo a los adultos mayores, el impulso a los jóvenes, el aumento al salario mínimo y la batería de programas del bienestar han tejido una red de seguridad social que está cambiando la vida de millones de mexicanos. Incluso las voces más críticas se ven obligadas a reconocer el éxito de esta estrategia, que ha logrado no solo reducir la pobreza, sino también generar esperanza y oportunidades.

Esta transformación no se limita a las cifras. Representa un cambio de paradigma en la forma de gobernar, un giro hacia un modelo humanista que prioriza el bienestar colectivo. Se trata de una apuesta a largo plazo que sienta las bases para un desarrollo sostenible e inclusivo. La disminución de la pobreza no es un punto de llegada, sino un punto de partida para seguir construyendo un México más próspero y equitativo. El camino por recorrer aún es largo, pero los resultados obtenidos hasta ahora nos confirman que vamos en la dirección correcta.

El éxito de esta estrategia radica en la visión y el compromiso de quienes la impulsan. El presidente López Obrador sentó las bases de esta transformación, y la Dra. Sheinbaum Pardo la continúa con la misma convicción y determinación. Su liderazgo, basado en la cercanía con la gente y la sensibilidad social, ha sido clave para lograr estos resultados. Ambos representan la esperanza de un México mejor, un país donde la justicia social no sea una utopía, sino una realidad alcanzable.

La reducción de la pobreza es un logro que debemos celebrar, pero también un compromiso que debemos renovar. El camino hacia un México más justo requiere del esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad. Debemos seguir trabajando con la misma determinación y convicción para consolidar los avances logrados y construir un futuro donde la prosperidad sea compartida por todos. El reto es grande, pero la satisfacción de ver a millones de mexicanos salir de la pobreza es la mejor motivación para seguir adelante. La transformación de México está en marcha, y los resultados son la mejor prueba de ello.