La efervescencia política se siente en el aire. Un nuevo movimiento, abanderado por la figura de Claudia Sheinbaum, está tejiendo una red de apoyo a lo largo y ancho del país, y Nuevo León no es la excepción. Clara Luz Flores Carrales, con la energía que la caracteriza, se ha convertido en la punta de lanza de esta iniciativa en el estado, impulsando la formación de comités seccionales que prometen ser la base de una transformación profunda.

No se trata simplemente de una estructura política tradicional, sino de un llamado a la participación ciudadana activa. Flores Carrales lo tiene claro: el objetivo es construir un México donde la prosperidad y el bienestar alcancen a todos, sin distingos. Y para lograrlo, la clave está en la organización, en la unión de voluntades que comparten un mismo ideal: un país más justo, más honesto, más próspero.

La reciente formación del Comité Seccional 448 en Escobedo es un ejemplo palpable de este esfuerzo. En el corazón del municipio, Flores Carrales no solo explicó las funciones de estos comités, sino que también encendió la llama del entusiasmo en los asistentes, instándolos a convertirse en agentes de cambio en sus comunidades. "No queremos que inventen cosas", afirmó con convicción, recalcando la importancia de informar a la gente, de compartir los logros y los desafíos del movimiento, de contrarrestar la desinformación con la verdad.

La meta es ambiciosa: conformar más de 71 mil comités en todo el país, una red capilar que llegue a cada rincón, a cada ciudadano. Cada comité, como una semilla, germinará en un espacio de unidad, de trabajo conjunto, de diálogo constructivo. No se trata solo de difundir las actividades del movimiento, sino de involucrarse en la búsqueda de soluciones a los problemas que aquejan a las comunidades, de impulsar la afiliación y, sobre todo, de defender el voto, ese derecho fundamental que permite a la ciudadanía ser protagonista de su propio destino.

El llamado de Flores Carrales es claro y contundente: hay que estar en la calle, hay que informar, hay que participar. El poder, recuerda, se usa para servir, y la verdadera fuerza reside en el pueblo organizado. La honestidad, la congruencia, el trabajo conjunto son los pilares de este movimiento humanista que busca transformar a México desde sus cimientos. Y cada comité seccional, cada ciudadano comprometido, es una pieza fundamental en la construcción de este nuevo futuro. El camino no será fácil, pero la convicción y el entusiasmo que se respiran en cada encuentro, en cada reunión, auguran un futuro prometedor. El tiempo dirá si esta iniciativa logra consolidarse y traducirse en beneficios tangibles para la población, pero la semilla ya está sembrada, y la esperanza florece con fuerza.