Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Clima

18 de agosto de 2025 a las 01:30

Erin se debilita, ¿peligro aún?

Erin, el primer huracán de la temporada en el Atlántico, ha disminuido su intensidad a categoría 3 tras un breve pero preocupante período de fortalecimiento. Aunque inicialmente generó alarma en las costas de Yucatán y en países vecinos de México, su trayectoria ha cambiado y, afortunadamente, se aleja del territorio mexicano, minimizando el riesgo para la región. Sin embargo, la situación sigue siendo motivo de vigilancia, especialmente para Puerto Rico.

La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantienen una estrecha monitorización de Erin. En su último reporte, el huracán se ubicaba a 445 kilómetros al noroeste de San Juan, Puerto Rico, y a una distancia considerable – 1910 kilómetros – al este de Cancún, Quintana Roo. Aunque la distancia tranquiliza a las autoridades mexicanas, la preocupación se centra ahora en la isla caribeña, donde se prevé que Erin podría tocar tierra si mantiene su curso actual.

A pesar de la disminución en su categoría, Erin continúa presentando vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora, con rachas que alcanzan los 250 kilómetros por hora. Estas cifras, aunque inferiores a las registradas durante su pico de intensidad, siguen representando un peligro significativo, capaz de generar daños considerables. Las autoridades en Puerto Rico han activado los protocolos de emergencia y se encuentran en estado de alerta, preparándose para la posible llegada del huracán.

Las lluvias torrenciales y los fuertes vientos ya se hacen sentir en algunas zonas del Caribe, un preámbulo de lo que podría experimentar Puerto Rico en las próximas horas. Se recomienda a la población mantenerse informada a través de los canales oficiales, seguir las indicaciones de las autoridades y tomar las precauciones necesarias para proteger su vida y sus bienes.

La imagen satelital compartida por el SMN muestra la imponente figura de Erin sobre el Atlántico. A pesar de su alejamiento de las costas mexicanas, la imagen sirve como un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y de la importancia de la prevención en situaciones de emergencia.

La trayectoria de Erin es un ejemplo de la imprevisibilidad de estos fenómenos meteorológicos. La constante vigilancia y el análisis preciso de los datos por parte de organismos como CONAGUA y el SMN son cruciales para anticipar posibles cambios y minimizar el impacto en las poblaciones afectadas. La solidaridad y la cooperación internacional también son fundamentales para brindar apoyo a las comunidades que se encuentren en la trayectoria del huracán y para ayudar en la recuperación tras su paso. Mantengámonos atentos a la evolución de Erin y esperemos que su impacto sea lo menos destructivo posible.

Fuente: El Heraldo de México