Inicio > Noticias > Entretenimiento
17 de agosto de 2025 a las 18:00
Alana Flores: ¡Pelea en concierto de Bieber!
La fiebre Bieber ha llevado a los fans a extremos insospechados. Desde campamentos a las afueras de los estadios hasta tatuajes con la letra de sus canciones, las "Beliebers" han demostrado una devoción incondicional por el artista canadiense. Pero, ¿hasta dónde llega esa pasión? Alana Flores, influencer y ahora boxeadora, nos revela una anécdota que nos deja pensando en los límites del fanatismo.
En el 2015, durante la visita de Justin Bieber a Monterrey, el estadio de los Rayados vibró con la energía de miles de fans. Alana, como cualquier adolescente enamorada de su ídolo, luchaba por un lugar privilegiado cerca del escenario. En medio del tumulto, de los empujones y la euforia desbordada, un incidente inesperado la marcó. Un tirón de cabello, una mirada desafiante y la chispa se encendió. Lo que parecía un simple roce entre la multitud se convirtió en un enfrentamiento cara a cara.
Imaginen la escena: luces, música, gritos y de repente, dos jóvenes forcejeando por defender su espacio, su derecho a estar cerca de su ídolo. Alana, sorprendida por la agresión, no dudó en responder. "Dos pueden jugar a este juego", pensó, y devolvió el tirón con la misma intensidad. La situación, que podría haber escalado a mayores, fue controlada por el staff del estadio. Mientras que a la agresora la invitaron a retirarse, Alana pudo mantener su lugar, cerca del escenario, lista para disfrutar del concierto.
Lo curioso es que, años después, esta anécdota resurge en medio de la preparación de Alana para su pelea contra Gala Montes. Lo que parecía un incidente aislado se convierte en un preámbulo, una premonición de su futuro en el ring. "El Bernabéu no fue la primera vez que me agarré a trancazos frente a miles de personas", bromeó Alana, recordando aquel episodio en el estadio de los Rayados.
Esta historia nos invita a reflexionar sobre la intensidad del fanatismo. Si bien la pasión por un artista es algo positivo, es importante recordar los límites. La violencia nunca es la respuesta, y menos aún en un contexto como un concierto, donde la premisa debería ser la alegría y la convivencia. Alana, sin quererlo, se convirtió en protagonista de una anécdota que nos recuerda la importancia del respeto y la tolerancia, incluso en medio de la euforia. Y quién sabe, quizá esa experiencia en el estadio de los Rayados, rodeada de la música de Justin Bieber, fue la semilla que germinó en la boxeadora que es hoy. Una boxeadora que, con la misma determinación con la que defendió su lugar en aquel concierto, ahora se prepara para subir al ring y dar lo mejor de sí.
Fuente: El Heraldo de México