Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Salud Felina

16 de agosto de 2025 a las 10:05

¿Pipeta mal puesta? ¡Soluciona el problema!

La llegada del buen tiempo trae consigo no solo días soleados y temperaturas agradables, sino también la proliferación de parásitos externos que pueden afectar la salud de nuestras queridas mascotas. Pulgas, garrapatas, mosquitos… un ejército invisible que acecha a nuestros felinos, convirtiendo un simple paseo al aire libre en un potencial riesgo. Es por eso que las pipetas antiparasitarias se han convertido en un elemento indispensable en el botiquín de cualquier dueño responsable. Pero, ¿realmente sabemos cómo usarlas correctamente? Un error en su aplicación puede tener consecuencias que van desde una simple ineficacia hasta una intoxicación grave.

Aplicar una pipeta parece un gesto sencillo, casi automático. Sin embargo, este pequeño acto requiere de nuestra atención y precisión para garantizar la salud de nuestro gato. Un descuido, una prisa innecesaria, o simplemente la falta de información pueden convertir un gesto protector en un problema. Imaginemos, por ejemplo, que en la vorágine del día a día, confundimos la pipeta de nuestro gato con la del perro. Un error aparentemente trivial, pero que puede tener consecuencias fatales debido a la diferencia en la concentración de los principios activos.

La intoxicación por una pipeta incorrecta puede manifestarse de diversas formas: temblores, salivación excesiva, vómitos, incluso convulsiones. Ante cualquiera de estos síntomas, la rapidez de actuación es crucial. No esperemos a que el cuadro empeore, cada minuto cuenta. Acudir de inmediato al veterinario es la única opción. El profesional podrá administrar el tratamiento adecuado para contrarrestar los efectos del producto y estabilizar al animal.

Otro error frecuente, aunque menos grave, es la aplicación incorrecta de la pipeta. Depositar el líquido sobre el pelo en lugar de sobre la piel, o no separar correctamente el pelaje para que el producto llegue a la dermis, puede reducir significativamente su eficacia. En estos casos, el parásito puede seguir campando a sus anchas, poniendo en riesgo la salud de nuestro gato. Recordemos que la pipeta debe aplicarse directamente sobre la piel, en la zona de la cruz, entre los omóplatos, donde el gato no pueda lamerse.

Incluso si la pipeta se ha aplicado correctamente, es fundamental observar al animal durante las horas posteriores. Algunos gatos pueden presentar reacciones alérgicas a los componentes del producto, manifestándose con enrojecimiento, picor o inflamación en la zona de aplicación. En estos casos, debemos consultar con nuestro veterinario para que nos indique la mejor manera de proceder.

La prevención es la mejor arma contra los parásitos. Informarnos adecuadamente sobre el uso correcto de las pipetas, elegir el producto adecuado para nuestro gato en función de su peso y edad, y seguir las indicaciones del fabricante son pasos fundamentales para proteger a nuestros compañeros felinos. No olvidemos que su salud está en nuestras manos. Un pequeño gesto, como la correcta aplicación de una pipeta, puede marcar la diferencia entre un verano tranquilo y uno lleno de preocupaciones. Así que, la próxima vez que apliquemos una pipeta a nuestro gato, hagámoslo con calma, con atención, y con la seguridad de que estamos haciendo lo mejor para él.

Fuente: El Heraldo de México