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16 de agosto de 2025 a las 20:15

Estela desfigurada por cirujano falso en Tamaulipas

La pesadilla estética que se ocultaba tras las relucientes puertas de la clínica Bellu, en la colonia Unidad Nacional de Ciudad Madero, Tamaulipas, ha salido a la luz, dejando al descubierto un entramado de presuntas irregularidades y negligencias médicas que han conmocionado a la sociedad. El caso, que comenzó con la valiente denuncia de Estela N., una paciente que sufrió graves complicaciones tras una cirugía estética, se ha convertido en la punta del iceberg de lo que podría ser una red de prácticas ilegales en el ámbito de la salud estética.

Imaginen la angustia de Estela N., quien, buscando mejorar su apariencia, depositó su confianza, y su salud, en las manos de un supuesto profesional. Lo que debía ser un procedimiento rutinario se transformó en una odisea de dolor y sufrimiento. Según relata su abogada, Ana Silva, las complicaciones derivadas de la cirugía fueron tan severas que Estela N. ha tenido que someterse a múltiples intervenciones quirúrgicas posteriores, incluso para cerrar su abdomen, que inexplicablemente fue dejado abierto tras la intervención inicial. Un acto de negligencia que, según los abogados, raya en la barbarie.

La gravedad del caso no se limita a las lesiones físicas. La defensa legal de Estela N., encabezada por los abogados Ana Silva y Héctor Vallejo, ha denunciado que el médico responsable carecía por completo de las acreditaciones necesarias para realizar cirugías estéticas. No contaba con la especialidad requerida, ni con la certificación del colegio de cirujanos plásticos, un requisito indispensable para ejercer legalmente esta práctica médica. "Realizar una cirugía mayor sin la preparación adecuada es como jugar a la ruleta rusa con la vida del paciente", sentenció el abogado Vallejo, visiblemente indignado.

El cateo realizado en la clínica Bellu, autorizado por un juez de control, no solo confirmó las sospechas sobre la falta de acreditaciones del médico, sino que también reveló la ausencia de permisos sanitarios emitidos por la Cofepris, la autoridad encargada de regular este tipo de establecimientos. La clínica, un espacio que debía garantizar la salud y el bienestar de sus pacientes, se había convertido en un foco de riesgo, operando al margen de la ley y poniendo en peligro la vida de quienes acudían a ella en busca de belleza y confianza.

La investigación, que apenas comienza, podría destapar una trama aún más compleja. Los abogados de Estela N. sospechan que este no es un caso aislado y hacen un llamado a otras posibles víctimas a que se sumen a la denuncia. "La prescripción del delito comienza cuando la víctima tiene conocimiento del mismo", recalcaron, instando a quienes hayan sufrido daños en su salud tras ser atendidos en la clínica Bellu, o por el médico en cuestión, a que alcen la voz y busquen justicia.

La clausura de la clínica y la investigación en curso son un primer paso hacia la verdad y la reparación del daño causado. Sin embargo, la defensa de Estela N. se enfrenta a un desafío considerable: la defensa del presunto responsable está a cargo del presidente de una influyente barra de abogados de la zona. A pesar de ello, los abogados de la víctima se mantienen firmes en su propósito de llegar hasta las últimas consecuencias y lograr justicia para Estela N. "Confiamos en que la justicia prevalecerá, independientemente de las influencias o presiones que puedan surgir", afirmaron, enviando un mensaje de esperanza a todas las víctimas de negligencia médica. El caso de la clínica Bellu se convierte así en un llamado a la reflexión sobre la importancia de la regulación y la vigilancia en el sector de la salud estética, un sector que, en la búsqueda de la belleza, no puede ni debe poner en riesgo la salud y la vida de las personas.

Fuente: El Heraldo de México