
16 de agosto de 2025 a las 23:55
Cirugías estéticas: ¿Tandas de $2,000?
La tragedia de Jaqueline en Monterrey ha puesto bajo la lupa el creciente interés por las cirugías estéticas y la accesibilidad a las mismas. En este contexto, surge la figura de Alondra y su "Imperio de Tandas", una propuesta que, si bien parece atractiva a simple vista, encierra una serie de interrogantes y riesgos que es importante analizar. Mientras que para algunos puede representar una oportunidad para alcanzar la imagen deseada, para otros se perfila como una potencial bomba de tiempo.
El sistema de tandas, tradicionalmente utilizado para la adquisición de bienes como electrodomésticos o vehículos, ahora se aplica al ámbito de la salud, específicamente a las cirugías estéticas. Alondra, una joven emprendedora, ha capitalizado esta modalidad para ofrecer financiamiento a mujeres que buscan someterse a procedimientos como abdominoplastia, implantes o rinoplastia. La facilidad de pago, con cuotas semanales de 2 mil pesos, sin duda, democratiza el acceso a estas intervenciones, atrayendo a un público que, de otra manera, no podría costearlas. Sin embargo, esta aparente facilidad esconde una serie de riesgos que no deben pasarse por alto.
La principal preocupación radica en la informalidad del sistema. Si bien Alondra asegura colaborar con un cirujano plástico certificado, la falta de un marco regulatorio claro para este tipo de financiamiento genera incertidumbre. ¿Qué sucede si una de las participantes de la tanda incumple con sus pagos? ¿Quién asume la responsabilidad en caso de complicaciones médicas? Estas son preguntas cruciales que deben ser consideradas antes de embarcarse en este tipo de acuerdos.
Además, la promoción de cirugías estéticas a través de redes sociales, como TikTok y Facebook, plantea otro dilema ético. Si bien Alondra comparte su propia experiencia positiva, existe el riesgo de idealizar los resultados y minimizar los potenciales riesgos asociados a cualquier intervención quirúrgica. La presión social por alcanzar ciertos estándares de belleza, amplificada por las redes sociales, puede llevar a decisiones impulsivas sin una adecuada evaluación de las consecuencias.
La propia Alondra reconoce la impredecibilidad de las cirugías, afirmando que "Dios sabe lo que va a pasar". Esta declaración, aunque honesta, revela la fragilidad del sistema que propone. Depositar la salud en manos de un sistema informal, basado en la confianza y la buena fe, puede tener consecuencias devastadoras.
Es fundamental que las personas interesadas en someterse a cirugías estéticas se informen a fondo sobre los procedimientos, los riesgos y las alternativas disponibles. Buscar la opinión de varios profesionales, optar por clínicas y cirujanos certificados y, sobre todo, priorizar la salud por encima de la estética son aspectos cruciales para tomar una decisión responsable. La belleza no debe ser sinónimo de riesgo, y la búsqueda de la imagen ideal no debe comprometer el bienestar físico y emocional. El caso de Jaqueline sirve como un doloroso recordatorio de la importancia de la prudencia y la información en el ámbito de la cirugía estética. El "Imperio de Tandas" de Alondra, si bien ofrece una alternativa accesible, debe ser analizado con cautela, considerando todos los riesgos que implica. La belleza no debe tener precio, y mucho menos, el precio de la salud.
Fuente: El Heraldo de México