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16 de agosto de 2025 a las 07:45
Cano explota: "Me odian"
La escena en Baja Beach Fest dejó a muchos boquiabiertos. Natanael Cano, el joven prodigio de los corridos tumbados, en pleno clímax de su presentación, detiene la música. La tensión se palpa en el aire, un silencio incómodo se apodera del público expectante. De pronto, una explosión de furia. Cano se lanza contra su DJ, una ráfaga de movimientos confusos, un golpe, la laptop volando por los aires, estrellándose contra el escenario en una lluvia de chispas y plástico roto. ¿Un arranque de ira justificado? ¿Un exceso intolerable? Las redes sociales arden en un debate polarizado. Mientras algunos justifican la reacción del cantante ante una supuesta falla técnica, otros lo condenan por su comportamiento violento. La pregunta queda flotando en el aire: ¿genio incomprendido o estrella descontrolada? El silencio de la organización del festival y del equipo de Cano solo alimenta las especulaciones y la incertidumbre. ¿Habrá consecuencias? ¿Se pronunciará el cantante al respecto?
Pero este incidente no es un caso aislado. La vida de Natanael Cano parece estar envuelta en una constante polémica. Su estilo musical, su imagen, sus declaraciones, todo en él genera controversia. Recientemente, en una entrevista con Pepe Garza, relató otro episodio que ilustra la compleja relación del artista con su público. Imaginen la escena: Cano al volante, detenido en el tráfico, cuando de repente, una mujer lo reconoce. Lejos de la admiración o la euforia, la reacción de la mujer es de desprecio. “Naco corriente”, le grita, desatando la ira del cantante. El intercambio de palabras sube de tono, la tensión se corta con un cuchillo. Un incidente aparentemente trivial que revela la profunda división que genera la figura de Cano. Para algunos, representa la voz de una nueva generación, la ruptura con los cánones tradicionales de la música regional mexicana. Para otros, es la encarnación de una cultura violenta y vulgar.
Y es que Cano no se calla. Responde a las críticas con la misma intensidad con la que compone sus corridos. “No tienen argumentos”, dice, desafiando a quienes lo cuestionan. Los acusa de prejuiciosos, de no entender su música, su mensaje. Ironiza sobre la facilidad con la que la gente se ofende, sobre la superficialidad de sus críticas. "Tienen cag*** en la cabeza", una frase que resume su actitud desafiante y provocadora.
Esta autenticidad, esta rebeldía, es precisamente lo que atrae a miles de jóvenes. Ven en Cano un reflejo de sí mismos, una voz que expresa su frustración, su rabia, su deseo de romper con las normas establecidas. Pero esta misma actitud es la que lo convierte en blanco de críticas. ¿Es posible separar al artista de su obra? ¿Se puede justificar la violencia, verbal o física, en nombre de la autenticidad? El debate sigue abierto. Natanael Cano, el enfant terrible de los corridos tumbados, sigue generando controversia con cada paso que da. ¿Hasta dónde llegará? ¿Logrará controlar su temperamento explosivo? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, la polémica sigue alimentando su leyenda.
Fuente: El Heraldo de México