
15 de agosto de 2025 a las 18:15
¡Pueblo manda! Sheinbaum a Trump
La reciente declaración del presidente Trump, afirmando que México obedece sus directrices, ha generado una contundente respuesta por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien reafirmó la soberanía de México y la autodeterminación de su pueblo. "El único que manda en México es el pueblo", declaró con firmeza Sheinbaum, marcando una clara línea divisoria ante las palabras del mandatario estadounidense. Esta declaración no es una simple réplica, sino una declaración de principios que resuena con la historia de lucha e independencia de México. Un país que, a lo largo de los siglos, ha defendido su derecho a la autodeterminación y a trazar su propio camino, libre de injerencias externas.
La afirmación de Sheinbaum trasciende el ámbito político y se conecta directamente con el sentimiento nacionalista que reside en el corazón de todos los mexicanos. Es un recordatorio de que la soberanía no es una palabra vacía, sino un valor fundamental que se defiende con la voz y con la acción. En un mundo cada vez más interconectado, donde las presiones internacionales pueden ser intensas, la postura de la presidenta se erige como un faro que guía la política exterior mexicana. Un faro que ilumina el camino hacia la cooperación respetuosa y la colaboración entre naciones, pero siempre bajo el principio inalienable de la autodeterminación.
En el contexto del despliegue de fuerzas federales estadounidenses en el Mar Caribe, la presidenta Sheinbaum reiteró la importancia de la autodeterminación de los pueblos, no solo para México, sino para toda América Latina y el Caribe. Esta postura, firme y consistente, se enmarca dentro de una larga tradición de defensa de la soberanía en la región. Un territorio que ha experimentado, en diversas ocasiones, las consecuencias negativas del intervencionismo extranjero. Sheinbaum aboga por la colaboración y la coordinación internacional como mecanismos para la resolución de conflictos, pero siempre rechazando cualquier forma de intervencionismo. Su visión se basa en el respeto mutuo entre naciones y en la convicción de que cada país tiene el derecho de decidir su propio destino.
La postura de la presidenta Sheinbaum no se limita a una simple reacción ante las declaraciones de Trump. Representa una visión de política exterior que prioriza la soberanía, la cooperación y la no intervención. Una visión que busca construir puentes de entendimiento entre las naciones, pero siempre sobre la base del respeto mutuo y la igualdad. En un mundo complejo y desafiante, la defensa de la autodeterminación se convierte en un pilar fundamental para la construcción de un futuro de paz y prosperidad para todos los pueblos. La voz de Sheinbaum se alza, no solo en nombre de México, sino en representación de una región que busca consolidar su lugar en el escenario internacional, con la frente en alto y la convicción de ser dueña de su propio destino. El futuro se construye con diálogo, con respeto y con la firme convicción de que la soberanía no es negociable.
Fuente: El Heraldo de México