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16 de agosto de 2025 a las 00:00

Profepa y Guardia Nacional frenan tala ilegal

La lucha contra la tala clandestina en el Bosque de Agua, un pulmón vital para la Ciudad de México y sus alrededores, ha dado un nuevo golpe a las redes criminales que se lucran con la destrucción de nuestros recursos naturales. En un operativo conjunto, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Guardia Nacional lograron desmantelar un aserradero ilegal en Huitzilac, Morelos, asegurando maquinaria, madera y deteniendo a dos individuos. Este importante logro no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia permanente de combate a la tala ilegal en zonas críticas forestales, demostrando la firmeza con la que las autoridades están enfrentando este delito ambiental.

Imaginen la escena: un tractocamión cargado con tablones y morillos de oyamel, transitando por la carretera federal México-Cuernavaca. A simple vista, podría parecer un transporte de madera legal, pero la pericia de los elementos de la Guardia Nacional, durante un operativo de revisión el pasado 12 de agosto, detectó irregularidades. La falta de documentación que acreditara la procedencia legal de la madera activó las alarmas. El resultado: vehículo y carga asegurados, operador y acompañante detenidos, y la madera, más de 12 metros cúbicos de oyamel en estado físico verde, puesta a disposición de las autoridades. Un duro golpe para quienes intentan lucrar con la devastación forestal.

La madera motoaserrada, ese detalle que a muchos podría pasar desapercibido, se convierte en una prueba irrefutable del origen ilícito de la madera. El procesamiento con motosierras en el mismo sitio de corte, evidencia la tala clandestina y confirma la necesidad de intensificar la vigilancia en zonas como el Bosque de Agua.

El mismo 12 de agosto, la acción conjunta de Profepa y Guardia Nacional continuó. Un aserradero clandestino, operando impunemente a un costado de la carretera, fue descubierto y clausurado. La maquinaria, una torre de aserrío, un motor trifásico, un carro de empuje y rieles metálicos, fue asegurada, desmantelando por completo la operación ilegal.

No se trata sólo de madera y maquinaria, se trata del futuro de nuestro medio ambiente. El Bosque de Agua, una región estratégica que abarca Morelos, Estado de México y el sur de la Ciudad de México, es fundamental para la recarga de acuíferos, la regulación del clima y el suministro de agua a millones de personas. Protegerlo es proteger nuestra propia existencia. Huitzilac, identificado como un punto crítico por la alta incidencia de tala clandestina, requiere una atención especial y la coordinación entre autoridades es crucial para frenar el avance de los grupos delictivos que operan en la zona.

La Profepa ha dejado claro su compromiso con la protección de nuestros recursos naturales. Estos operativos, más allá de la confiscación de madera y maquinaria, representan un mensaje contundente: la tala clandestina no quedará impune. Es una lucha constante que requiere la participación de todos, desde la denuncia ciudadana hasta la acción coordinada de las autoridades. El futuro de nuestros bosques, y por ende, el nuestro, depende de ello. La destrucción del patrimonio forestal de México no es un negocio, es un crimen, y como tal, debe ser combatido con firmeza y determinación.

Fuente: El Heraldo de México