
15 de agosto de 2025 a las 07:20
Madre abandona a bebé con niño de 5 años para ir de fiesta
La tragedia ha golpeado a la comunidad de Realengo en Río de Janeiro, dejando una profunda cicatriz en el corazón de sus habitantes. Una bebé de apenas ocho meses perdió la vida por asfixia, un suceso desgarrador que ha conmocionado a la opinión pública. La madre de la pequeña, Vanuza Moura, de 23 años, se encontraba en una fiesta de música funk mientras dejaba a sus dos hijos menores solos en casa. Seis horas de jolgorio que pagó con el precio más alto imaginable: la vida de su hija. La escena que encontró al volver a casa era dantesca: su bebé no respondía. La llevó al hospital, pero ya era demasiado tarde. La pequeña llegó sin vida.
Las investigaciones policiales apuntan a un terrible accidente. La bebé, al parecer, se ahogó con la leche de la mamila que su madre había dejado preparada para que su hermano de cinco años se la diera. Un niño de tan corta edad, con la enorme responsabilidad de cuidar a un bebé, una tarea que desborda sus capacidades y que jamás debería haber recaído sobre sus pequeños hombros.
Este no era un hecho aislado, según el testimonio de los vecinos. Relatan que Vanuza Moura tenía la costumbre de dejar a sus hijos solos para salir de fiesta, especialmente por las noches. Un patrón de comportamiento que se repetía, y que lamentablemente culminó en esta tragedia. A esto se suma el testimonio de los vecinos, quienes afirman que la joven madre mostraba un comportamiento agresivo hacia sus propios hijos. Un cóctel explosivo de irresponsabilidad y negligencia que ha destrozado una familia.
Alexandre Netto Cardoso, delegado de la Policía de Río de Janeiro, ha confirmado estos testimonios. "Los vecinos nos han contado que Vanuza tenía la costumbre de salir, principalmente por la noche. También nos han comentado sobre su comportamiento agresivo hacia sus hijos." Una declaración que dibuja el retrato de una madre que, lejos de proteger a sus hijos, los exponía a constantes peligros.
La situación familiar de Vanuza Moura es aún más compleja. Madre de cinco hijos, tres de ellos vivían con familiares quienes, en repetidas ocasiones, intentaron hacerse cargo también de los dos menores que permanecían con ella. Una señal clara de que la situación familiar era precaria y que la capacidad de Moura para cuidar de sus hijos estaba en entredicho.
El padre de los niños, separado de Vanuza desde hace meses, ha expresado su intención de luchar por la custodia del pequeño de cinco años, el único sobreviviente de esta tragedia. Un niño que, a su corta edad, ha sido testigo de la muerte de su hermana, una imagen que sin duda lo marcará para siempre. Una tragedia que le roba la inocencia y que lo enfrenta a una realidad demasiado cruda para su edad.
El caso ha generado una ola de indignación en Río de Janeiro. La población carioca, conmocionada por la noticia, exige justicia para la pequeña víctima. La indignación aumentó aún más cuando la policía reveló las condiciones insalubres en las que vivían los niños en su casa del barrio de Realengo. Dos pequeñas habitaciones conectadas por una escalera de caracol, un colchón en el suelo y una cuna improvisada con tablas y cobijas. Platos sucios, sin rastro de alimentos frescos. Un escenario de pobreza y abandono que refleja la desatención y la falta de cuidado que sufrían estos pequeños.
Vanuza Moura ha sido detenida por abandono de menor con resultado de muerte. Su hijo de cinco años se encuentra bajo la protección de un centro tutelar, a la espera de la resolución judicial. Un final trágico para una historia que nos obliga a reflexionar sobre la responsabilidad de los padres, la importancia de la protección de la infancia y la necesidad de una red de apoyo para las familias en situación de vulnerabilidad. Un caso que, sin duda, marcará un precedente en la lucha contra el abandono infantil en Brasil.
Fuente: El Heraldo de México