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15 de agosto de 2025 a las 14:45

Justicia para Jaqueline: La verdad tras Toque Divino

La tragedia de Jaqueline, una joven de 25 años que perdió la vida tras una supuesta lipoescultura en la clínica "Toque Divino", ha conmocionado a la comunidad y destapado una serie de interrogantes sobre la regulación y seguridad de las clínicas estéticas. La publicación, horas antes del fatal desenlace, de la joven posando ilusionada junto al logo de la clínica, contrasta dramáticamente con la posterior noticia de su fallecimiento, dejando una profunda sensación de tristeza e indignación. Este caso pone en relieve la importancia de investigar a fondo las prácticas de establecimientos que ofrecen procedimientos estéticos, especialmente aquellos que promocionan agresivamente sus servicios y facilidades de pago.

Las laceraciones en abdomen y pulmones, reveladas por el Semefo, apuntan a posibles negligencias durante el procedimiento. La identificación de dos médicos, Sergio "N" y Julio César "N", abre la puerta a una investigación exhaustiva sobre sus credenciales, experiencia y si contaban con las licencias necesarias para realizar este tipo de intervenciones. ¿Se siguieron los protocolos de seguridad? ¿Contaba la clínica con el equipo médico adecuado para atender complicaciones? Estas son preguntas cruciales que las autoridades deben responder para esclarecer las circunstancias de esta tragedia y, sobre todo, para prevenir futuros casos.

La clínica "Toque Divino", según su actividad en redes sociales, parecía más enfocada en la mercadotecnia y la accesibilidad financiera que en la seguridad y el bienestar de sus pacientes. Ofrecer financiamiento a través de tandas, pagos semanales y atractivos enganches para procedimientos como aumento de busto, mastopexia y "mommy makeover", puede atraer a una clientela vulnerable, tentada por la promesa de belleza a precios aparentemente accesibles. Sin embargo, este tipo de estrategias de marketing, combinadas con la falta de transparencia sobre las cualificaciones del personal y las condiciones sanitarias de la clínica, puede resultar una combinación letal.

Es fundamental recordar que las tandas, si bien son una tradición arraigada en nuestra cultura, conllevan riesgos inherentes. La falta de regulación y la dependencia de la confianza entre los participantes las convierten en un sistema vulnerable a la morosidad y a posibles fraudes. Utilizar este mecanismo para financiar procedimientos médicos, que requieren de profesionales altamente capacitados y de entornos estériles, añade un nivel de riesgo considerable.

Los comentarios en la página de Facebook de "Toque Divino", que ahora adquieren una relevancia escalofriante, sugieren que la clínica no cumplía con los estándares sanitarios necesarios. La posibilidad de una infección generalizada debido a una sala quirúrgica contaminada es una hipótesis aterradora que debe ser investigada a fondo. Es imperativo que las autoridades sanitarias realicen inspecciones rigurosas en este tipo de establecimientos y que se sancione con severidad a aquellos que operen en condiciones inadecuadas, poniendo en riesgo la salud y la vida de las personas.

El caso de Jaqueline es un llamado de atención urgente. No podemos permitir que la búsqueda de la belleza se convierta en una trampa mortal. Es necesario exigir mayor transparencia y regulación en el sector de la estética, informarse a fondo antes de someterse a cualquier procedimiento y, sobre todo, priorizar la salud y la seguridad por encima de cualquier promesa de transformación física. La belleza no debe costar la vida.

Fuente: El Heraldo de México