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15 de agosto de 2025 a las 08:00
Iztapalapa bajo el agua: Lluvias causan inundaciones
La furia del Tláloc se desató nuevamente sobre la Ciudad de México, dejando a su paso un panorama de calles inundadas y caos vial. Las intensas precipitaciones que azotaron la capital durante la tarde y noche dejaron una huella particularmente profunda en la alcaldía Iztapalapa, donde las escenas de encharcamientos severos se repitieron con preocupante frecuencia. La impotencia de los habitantes se reflejaba en los videos compartidos en redes sociales, mostrando la magnitud del problema. En la colonia Vicente Guerrero, la acumulación de basura en los desagües se convirtió en el detonante de una inundación que se extendió por 200 metros, transformando las calles en ríos improvisados. Una imagen que, lamentablemente, se ha vuelto demasiado familiar para los capitalinos.
Pero la situación no se limitó a Iztapalapa. El C5, con su ojo vigilante, documentó la inundación en el cruce de Ermita Iztapalapa y Avenida de las Torres, en la colonia Santiago Acahualtepec, donde el agua alcanzó una altura considerable, dificultando el tránsito vehicular y peatonal. Las imágenes hablan por sí solas: autos varados, personas luchando por avanzar entre las corrientes y la incertidumbre de cuánto tiempo durará esta pesadilla urbana.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) no tardó en reaccionar, emitiendo alertas naranja y amarilla para diversas alcaldías. La alerta naranja, la más severa, se activó para Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco, advirtiendo sobre la posibilidad de lluvias torrenciales, granizo e inundaciones. Una llamada de atención para que los habitantes tomaran precauciones y evitaran riesgos innecesarios.
Por otro lado, la alerta amarilla abarcó las alcaldías Benito Juárez, Cuauhtémoc, Iztacalco, Miguel Hidalgo, Milpa Alta y Venustiano Carranza, anticipando lluvias fuertes con potencial para generar encharcamientos y la caída de ramas y árboles. Un recordatorio de la fragilidad de la infraestructura urbana ante la fuerza de la naturaleza.
Ante este panorama, las autoridades de Protección Civil reiteraron las recomendaciones habituales: evitar zonas inundadas, no cruzar calles con corrientes fuertes de agua, resguardarse en lugares seguros y mantenerse informados a través de los canales oficiales. Consejos que, aunque parezcan obvios, pueden marcar la diferencia entre la seguridad y el peligro. La pregunta que queda en el aire es: ¿cuándo se implementarán soluciones a largo plazo para evitar que estas escenas se repitan una y otra vez? La respuesta, por ahora, se diluye entre las aguas de la inundación. Mientras tanto, la ciudad se prepara para otra noche de incertidumbre, con la esperanza de que el Tláloc cese su furia y permita que la vida vuelva a la normalidad.
Más allá de las cifras y las alertas, estas lluvias nos recuerdan la vulnerabilidad de la ciudad ante los fenómenos meteorológicos. La necesidad de invertir en infraestructura hidráulica, de mejorar los sistemas de drenaje y de concientizar a la población sobre la importancia de no tirar basura en la vía pública se vuelve evidente. La prevención es la clave para evitar futuras tragedias y construir una ciudad más resiliente ante los embates de la naturaleza.
Fuente: El Heraldo de México