
15 de agosto de 2025 a las 12:40
Infancias libres: El pez globo habla
En un mundo que a menudo nos empuja a ocultar nuestras emociones, la obra Pez Globo emerge como un faro de esperanza, recordándonos la importancia de abrazar nuestra sensibilidad. La historia de León, un niño que aprende a reprimir sus lágrimas para evitar el rechazo, nos conmueve profundamente. Su encuentro con Jacinta, un pez globo que anhela llorar, crea una paradoja fascinante que nos invita a reflexionar sobre la forma en que gestionamos nuestras emociones.
La metáfora del pez globo, que se infla para protegerse con sus espinas, es una representación poderosa de la estrategia que muchos, tanto niños como adultos, adoptamos para lidiar con el dolor emocional. Es una técnica común, pero también peligrosa, ya que nos encierra en una armadura que nos impide conectar con nosotros mismos y con los demás. Pez Globo nos invita a romper esa armadura y a explorar el complejo y fascinante mundo de nuestras emociones.
En una sociedad que a menudo invalida los sentimientos de los niños, etiquetándolos como "berrinches" o "dramas", esta obra se presenta como un bálsamo. Nos recuerda que las emociones de los pequeños son tan válidas y significativas como las de los adultos, y que es crucial escucharlos y validar sus experiencias. El adultocentrismo, tan presente en nuestra cultura, puede tener consecuencias devastadoras en el desarrollo emocional de los niños, enseñándoles a reprimir sus sentimientos y a construir muros a su alrededor.
La puesta en escena de Pez Globo, inspirada en la magia visual de las películas de Pixar, promete una experiencia enriquecedora tanto para niños como para adultos. A través de la imaginación, ese superpoder que el teatro potencia de manera única, la obra nos transporta a un mundo donde las emociones son protagonistas. No se trata de una simple historia para niños, sino de una invitación a conectar con nuestra propia infancia, con esa parte de nosotros que aún necesita ser escuchada y comprendida.
La honestidad y la claridad son la clave para crear una obra que respete la inteligencia emocional de los niños. No se trata de subestimarlos, sino de reconocer su capacidad para comprender y procesar emociones complejas. El teatro, en este sentido, se convierte en un espacio privilegiado para el aprendizaje emocional, un lugar donde los niños pueden explorar sus sentimientos de manera segura y creativa.
Si bien el acceso al teatro sigue siendo un desafío para muchos, Pez Globo nos recuerda la importancia de buscar y crear espacios donde los niños puedan experimentar la magia del arte. En un mundo cada vez más digitalizado, el teatro ofrece una oportunidad única para conectar con la imaginación, el juego y la libertad de expresión. Es una experiencia transformadora que nutre el alma y nos recuerda la importancia de abrazar nuestra sensibilidad. No se pierdan la oportunidad de sumergirse en el conmovedor mundo de Pez Globo en el Teatro Helénico. Una obra que nos invita a reír, a llorar y, sobre todo, a sentir.
Fuente: El Heraldo de México