
15 de agosto de 2025 a las 09:30
India: 11 años de progreso
La última década ha sido testigo de una transformación sin precedentes en la India, un país que ha abrazado el desarrollo centrado en el ser humano con una determinación admirable. La visión de un "Viksit Bharat @2047", una India desarrollada para el centenario de su independencia, se está materializando a un ritmo asombroso. El llamado del Primer Ministro Modi a abandonar la mentalidad servil y a reformar, actuar y transformar ha resonado en todos los ámbitos, desde la economía hasta la política exterior.
La derogación de más de 1550 leyes obsoletas y la modernización del sistema judicial han allanado el camino para un entorno empresarial más dinámico. El salto de la India del puesto 130 al 63 en el índice Doing Business del Banco Mundial es un testimonio de este progreso, atrayendo una inversión extranjera directa significativa. El florecimiento del ecosistema de innovación, con 1.6 millones de startups y 118 unicornios, contrasta radicalmente con el panorama de hace una década. La transición de la India de una de las economías más frágiles a la cuarta más grande del mundo en tan solo diez años es un logro excepcional. Las proyecciones del FMI, citadas por Bloomberg, sitúan a la India junto a China y Estados Unidos como los motores del crecimiento mundial entre 2025 y 2030.
En el escenario global, la India se ha erigido como un líder en la lucha contra el cambio climático, rechazando el "apartheid verde" y comprometiéndose a alcanzar la neutralidad de carbono para 2070, una meta que podría lograrse incluso antes. La Alianza Solar Internacional (ISA), lanzada conjuntamente con Francia en 2015, se perfila como una iniciativa tan trascendental como el Movimiento de Países No Alineados. El hecho de que el 50% de la capacidad eléctrica instalada en la India provenga de fuentes no fósiles refuerza su búsqueda de seguridad energética, un pilar fundamental para mantener su crecimiento económico. La India no se limita a plantear ambiciones, sino que las traduce en acciones concretas. El lanzamiento de la Alianza Mundial de Biocombustibles durante su presidencia del G20 en 2023 y el cumplimiento anticipado de los objetivos de mezcla de etanol son ejemplos palpables de su compromiso. Su liderazgo en el cumplimiento de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) la coloca a la vanguardia de la acción climática global.
La respuesta de la India a la pandemia de COVID-19, guiada por el principio de "Vasudhaiv Kutumbakam" (el mundo es una familia), fue ejemplar. Mientras otras naciones acaparaban recursos, la India no solo produjo sus propias vacunas, sino que también fabricó vacunas para otros países y las distribuyó a más de cien naciones a través de la iniciativa "Vaccine Maitri". Simultáneamente, atendió las necesidades de su vasta población, la sexta parte de la humanidad. La salud se convirtió en una prioridad, y el programa Ayushman Bharat-Pradhan Mantri Jan Arogya Yojana (AB-PMJAY) amplió significativamente la cobertura sanitaria, con 345 millones de tarjetas emitidas y más de 65 millones de hospitalizaciones autorizadas.
Consciente de la importancia crucial del sector agrícola, la India ha defendido los intereses de los agricultores y los países en desarrollo en foros internacionales como la OMC. Iniciativas como el programa de tarjetas de salud del suelo, el Mercado Agrícola Nacional (e-NAM), el Pradhan Mantri Krishi Sinchayee Yojana (PMKSY) y el Pradhan Mantri Fasal Bima Yojana (PMFBY) han contribuido al aumento de la producción de cereales alimenticios.
La lucha contra la pobreza es otra prioridad fundamental. El Sistema de Distribución Pública Selectiva, uno de los programas de seguridad alimentaria más grandes del mundo, beneficia a más de 800 millones de personas. La extensión del programa Pradhan Mantri Garib Kalyan Anna Yojana, que proporciona cereales gratuitos, reafirma el compromiso del gobierno con la erradicación de la pobreza.
La filosofía de "Atmanirbhar Bharat" (autosuficiencia) impulsa la estrategia de "Fabricar en la India para el mundo", integrando la producción local en las cadenas de valor globales y posicionando a la India como un centro de fabricación inteligente y servicios. La tolerancia cero al terrorismo se combina con el desarrollo de sistemas de defensa autóctonos, como se demostró en la operación Sindoor.
La India ha alcanzado hitos notables en la exploración espacial, con misiones como Chandrayaan y Gaganyaan. Su infraestructura pública digital (DBI), el sistema de identidad digital Aadhar y la alta penetración de cuentas bancarias han facilitado la distribución eficiente de beneficios sociales, especialmente durante la pandemia, a través de la "trinidad JAM" (Aadhaar, cuentas bancarias Jan Dhan y números de teléfono móvil). Estas herramientas digitales se han compartido con otros países, especialmente en desarrollo, bajo el lema "IA para todos", "Una tierra, una salud", "Una red, un mundo".
En un mundo cada vez más fragmentado, la política exterior de la India, basada en valores y orientada a resultados, busca fortalecer su posición a través de la autonomía estratégica y las alianzas múltiples, promoviendo el multilateralismo reformado y la multipolaridad. Su creciente influencia en foros como el G7, el G20 y los BRICS la convierte en un actor clave en la configuración del orden internacional, defendiendo los intereses del Sur Global con credibilidad y liderazgo.
Por Emb. Anil Trigunayat
Exembajador de la India y Miembro Distinguido de la Fundación Internacional Vivekananda
MAAZ
Fuente: El Heraldo de México