La tranquilidad de la urbanización La Candelaria, en Caracas, se vio abruptamente interrumpida por un acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad. Un hombre, cegado por la desesperación del desamor, atacó a su expareja y a la amiga que la acompañaba, dejando una estela de sangre y miedo en un lugar que antes compartían como hogar.

Yuleivi Pernía, acompañada de su amiga en un gesto de solidaridad y apoyo, acudió a la residencia que hasta hace poco compartía con Thomas Francisco Galvis Escalante para recoger sus pertenencias. Lo que debía ser un trámite simple y rápido, un cierre a una etapa de su vida, se convirtió en una pesadilla. Según relatan fuentes cercanas al caso, Galvis Escalante, con la esperanza de una reconciliación, le pidió a Yuleivi conversar. Las súplicas, sin embargo, se transformaron en furia ante la negativa de la joven. Un arranque de ira que, según testigos, comenzó con el arrebato del teléfono de Yuleivi y culminó con un violento ataque con arma blanca.

La amiga de Yuleivi, presenciando la brutal agresión, intentó valientemente intervenir para proteger a su compañera. Su acto de coraje, lamentablemente, también la convirtió en víctima de la furia descontrolada de Galvis Escalante, quien la hirió antes de darse a la fuga. La escena, antes cotidiana y familiar, se transformó en un escenario de terror, marcado por los gritos de dolor y la desesperación.

La rápida respuesta de los servicios de emergencia permitió el traslado inmediato de ambas mujeres a un centro hospitalario. Si bien las heridas fueron graves, afortunadamente, se encuentran fuera de peligro y en proceso de recuperación. Sin embargo, las cicatrices emocionales y el trauma de la experiencia sin duda marcarán sus vidas para siempre.

Mientras tanto, Thomas Francisco Galvis Escalante permanece prófugo de la justicia. Las autoridades venezolanas han desplegado un intenso operativo de búsqueda para dar con su paradero y llevarlo ante la justicia. La comunidad de La Candelaria, conmocionada por lo sucedido, permanece a la espera de la captura del agresor, exigiendo justicia para las víctimas y un mayor compromiso en la lucha contra la violencia de género. Este lamentable suceso nos recuerda la importancia de la prevención y la atención a las víctimas de violencia doméstica, un problema que, lamentablemente, sigue presente en nuestra sociedad.

La investigación continúa abierta y se espera que en los próximos días se den a conocer más detalles sobre el caso. Se hace un llamado a la ciudadanía a colaborar con cualquier información que pueda ayudar a la captura de Galvis Escalante y a denunciar cualquier caso de violencia de género del que tengan conocimiento. La solidaridad y la acción conjunta son fundamentales para erradicar este flagelo de nuestra sociedad. El silencio solo protege al agresor, la denuncia salva vidas.