
15 de agosto de 2025 a las 09:05
Domina el arte del sacapuntas
El silencio de Felipe Calderón ante la detención de Carlos Treviño resulta ensordecedor. Un silencio que retumba en los pasillos del poder y que genera un sinfín de interrogantes. ¿Qué hay detrás de esta hermética postura? Recordemos que Treviño ascendió meteóricamente durante el sexenio calderonista, ocupando cargos clave en Hacienda y Pemex. Una relación tan estrecha, que se esperaría, al menos, una declaración, una justificación, una defensa… pero nada. Este mutismo alimenta las especulaciones y deja un manto de duda sobre la gestión del expresidente. ¿Acaso teme que las investigaciones en contra de Treviño salpiquen su propia administración? ¿O simplemente prefiere mantenerse al margen, esperando que la tormenta pase? Sea cual sea la razón, su silencio habla más que mil palabras.
Mientras tanto, en Coahuila, el contraste es brutal. Mientras el gobernador Manolo Jiménez presume sus dotes de cazador en redes sociales, miles de familias enfrentan la incertidumbre del desempleo. El anuncio del cierre de cuatro plantas de Kontoor Brands, fabricante de los jeans Wrangler, ha caído como un balde de agua fría en la entidad. Más de dos mil trabajadores se verán afectados, y hasta el momento, el gobierno estatal no ha ofrecido ninguna alternativa, ninguna solución, ningún plan de contingencia. ¿Dónde queda la preocupación por el bienestar de los coahuilenses? ¿Acaso la prioridad son las fotos en redes sociales, mientras la economía local se tambalea? La falta de respuesta del gobierno estatal es, por decir lo menos, preocupante.
Y hablando de ausencias, la de Morena en el informe de despedida de Gerardo Fernández Noroña como presidente de la Mesa Directiva es, cuanto menos, significativa. Ni Luisa María Alcalde, ni la mayoría de los senadores del partido se presentaron al evento. Si no fuera por la presencia de la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, la imagen hubiera sido la de un Noroña completamente desamparado por su propio partido. ¿Qué mensaje envía esta ausencia colectiva? ¿Desdén? ¿Indiferencia? ¿Ruptura interna? Las interpretaciones son múltiples, y todas apuntan a una posible fractura dentro del partido gobernante.
Por otro lado, la amenaza de Ricardo Anaya de no asistir a la ceremonia de protesta de los nuevos ministros de la Corte, junto con toda la bancada del PAN, parece más un berrinche infantil que una postura política seria. Con apenas 21 escaños, su ausencia pasará prácticamente desapercibida. ¿Busca protagonismo? ¿Intenta llamar la atención? Lo cierto es que esta estrategia parece más un acto de desesperación que una acción política contundente.
Finalmente, la diputada de Morena, Sandra Anaya Villegas, se suma a la larga lista de políticos que presumen sus viajes internacionales en redes sociales. París, Nueva York, Países Bajos, Grecia… e incluso una rutina de ejercicio en la Gran Muralla China. Mientras tanto, la realidad de Morelos, estado donde fungió como secretaria de Administración durante la gestión de Cuauhtémoc Blanco, sigue plagada de problemas y necesidades insatisfechas. ¿De dónde provienen los recursos para financiar estos viajes? ¿Es ético ostentar este tipo de lujos mientras la población enfrenta dificultades económicas? Estas son preguntas que la diputada debería responder a la ciudadanía.
En otros temas, la reunión entre el titular del INM, Sergio Salomón Céspedes, y el comisionado adjunto de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de EU, James Collins, abre una ventana de esperanza en la compleja problemática migratoria. La coordinación entre ambos países, con respeto a sus respectivas soberanías, es fundamental para abordar este fenómeno de manera humana y eficaz.
Por último, el director del ISSSTE, Martí Batres, continúa impulsando proyectos hospitalarios para cumplir con los objetivos de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. La construcción de un nuevo hospital regional en Oaxaca, unidades médicas en Tamaulipas y un nosocomio en Tlatelolco, son muestras del compromiso con la salud de la población.
Fuente: El Heraldo de México