Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Salud

15 de agosto de 2025 a las 22:20

Diseña a tu hijo: ¿Bendición o maldición?

La planificación familiar responsable se ha convertido en la norma para muchos, buscando no solo traer hijos al mundo en las mejores condiciones posibles, sino también adaptando sus estilos de vida para asegurar un entorno saludable. Desde tratamientos y estudios de imagen para evaluar la fertilidad femenina, hasta análisis de semen para determinar la viabilidad espermática masculina, los futuros padres exploran diversas opciones. El cariotipo, un examen que analiza la estructura cromosómica, se ha vuelto crucial para detectar anomalías y predisposiciones a síndromes como Down, Edwards, Patau, Turner y otras alteraciones, brindando una visión anticipada de la salud del futuro bebé.

Sin embargo, la ciencia ha trascendido la prevención y se adentra en la modificación del ADN, abriendo la posibilidad de “diseñar” bebés con características específicas, desde el color de piel y ojos hasta la estatura. Este avance, si bien prometedor para algunos, ha desatado una intensa controversia, evocando el fantasma de la eugenesia. ¿Es ético manipular los genes de un ser humano antes de nacer? ¿Qué implicaciones a largo plazo podría tener esta práctica?

La eugenesia, un término que buscaba la "mejora" de la raza humana priorizando rasgos considerados deseables, tiene un pasado oscuro. Su aplicación histórica, marcada por el racismo, la discriminación y el clasismo, la convirtió en una herramienta para la segregación y la opresión, llegando a su punto más álgido durante la Segunda Guerra Mundial, donde se justificó la esterilización y eliminación de personas consideradas "inferiores".

Hoy, el debate resurge con fuerza. La reciente campaña publicitaria de una reconocida marca de jeans, protagonizada por la actriz Sydney Sweeney, ha sido señalada por algunos como una apología a la eugenesia. El eslogan "Good Jeans" (buenos jeans), interpretado como un juego de palabras con "Good Genes" (buenos genes), ha desatado la polémica, reavivando la discusión sobre la ética de la manipulación genética y la perpetuación de estándares de belleza basados en la discriminación.

La Organización de las Naciones Unidas, consciente de la complejidad del tema, ha alertado sobre los riesgos de los "bebés de diseño". Si bien reconoce el potencial de las intervenciones genéticas para la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, la ONU advierte sobre el peligro de utilizar estas técnicas para modificar características superficiales. Kofi Annan, exsecretario general de la ONU, fue contundente al afirmar que la alteración de genes con fines estéticos podría conducir a un mundo dominado por la eugenesia.

La incertidumbre sobre las consecuencias a largo plazo de la modificación genética en bebés es otro factor crucial. La escasez de casos y el secretismo que rodea a estas prácticas dificultan la evaluación de sus potenciales efectos. El caso del científico chino Jiankui He, quien en 2018 anunció la modificación genética de dos bebés utilizando la técnica CRISPR, generó una condena internacional. En aquel momento, la técnica aún se encontraba en fase experimental y se desconocían sus posibles repercusiones en la salud de los niños. Este caso, lejos de ser un hito científico, se convirtió en una advertencia sobre los peligros de una ciencia sin ética.

La modificación genética, una herramienta con un enorme potencial para el bien, se encuentra en una encrucijada. La necesidad de un debate ético profundo, la regulación internacional y la transparencia en la investigación son cruciales para evitar que esta poderosa tecnología se convierta en un instrumento de discriminación y desigualdad. El futuro de la humanidad, y la forma en que decidimos utilizar los avances científicos, están en juego.

Fuente: El Heraldo de México