La furia del cielo se desata de nuevo sobre el Valle de México. Prepárense, capitalinos y mexiquenses, porque este viernes 15 de agosto, la tarde nos traerá un nuevo episodio de este drama meteorológico que ha mantenido en vilo a la región durante la última semana. Si bien el sol se asomará tímidamente al mediodía, regalándonos un breve respiro de calor, las nubes, ya cargadas de amenaza, se irán adueñando del escenario conforme avance la tarde.

El Monzón Mexicano, ese gigante atmosférico, continúa su danza con un canal de baja presión y la Onda Tropical 22, orquestando una sinfonía de agua y viento que pondrá a prueba, una vez más, la resiliencia de nuestras ciudades. No olvidemos las escenas que nos ha dejado este temporal lluvioso: casas inundadas, autos atrapados en torrentes que parecían ríos, y una infraestructura urbana que lucha por mantenerse a flote. Las imágenes del Eje 10 Sur en Coyoacán, convertido en un canal veneciano improvisado, son un crudo recordatorio del poder de la naturaleza.

Ante este panorama, las autoridades reiteran su llamado a la precaución. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) nos advierte: la mañana se presentará fresca, incluso fría en algunas zonas del Estado de México, con la neblina abrazando las montañas como un manto fantasmal. Pero no se dejen engañar por esta aparente calma. La tarde traerá consigo el rugido del cielo, con lluvias fuertes, aunque, según los pronósticos, ligeramente menos intensas que en los días anteriores.

La Secretaría de Gestión Integral, Riesgos y Protección Civil ha fijado la hora cero: las 18:00 horas. A partir de ese momento, se espera que la tormenta se desate de manera generalizada sobre la Ciudad de México. Es crucial estar preparados. Revisen sus desagües, aseguren objetos que puedan ser arrastrados por el viento y, sobre todo, eviten zonas propensas a inundaciones.

No se trata de alarmar, sino de informar y prevenir. La naturaleza nos recuerda, una vez más, su fuerza indomable. Mantengámonos alerta, sigamos las recomendaciones de las autoridades y, sobre todo, cuidemos los unos de los otros. La solidaridad, en momentos como estos, es nuestra mejor aliada. Informémonos a través de fuentes oficiales y compartamos información responsablemente en redes sociales. Juntos, podemos sortear esta tormenta y emerger más fuertes, como la ciudad que somos, una ciudad que se transforma, incluso bajo la lluvia. Manténganse a salvo.