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14 de agosto de 2025 a las 03:30

¡Selfie mortal!

La imprudencia de un turista en un safari al sur de la India casi le cuesta la vida, dejando una impactante lección sobre el respeto a la vida silvestre. En un intento por capturar la “selfie” perfecta con un majestuoso elefante, R. Basavaraju subestimó la fuerza y la imprevisibilidad de la naturaleza, desencadenando una aterradora persecución que fue grabada por otros turistas presentes. El incidente, ocurrido cerca de un templo al sur de la India, pone de manifiesto la creciente preocupación por la interacción irresponsable de los humanos con la fauna salvaje, especialmente en entornos turísticos.

Según relatos de testigos, el elefante se encontraba fuera de la carretera, atraído por unas zanahorias caídas, cuando Basavaraju, ignorando las advertencias y protocolos de seguridad, abandonó su vehículo para acercarse al animal. Este acto, percibido como una amenaza por el paquidermo, provocó una reacción inmediata y violenta. El elefante, en un arranque de defensa, inició la persecución del turista, quien intentó huir desesperadamente.

Las imágenes capturadas por los teléfonos móviles de otros visitantes son escalofriantes. Muestran al imponente elefante corriendo tras Basavaraju, quien, en su afán por escapar, tropieza y cae al suelo. La situación se vuelve crítica cuando el animal pasa repetidamente sobre el hombre, dejándolo sin pantalones ni ropa interior. La escena, presenciada por varios turistas atónitos, se convierte en un crudo recordatorio de la fragilidad humana frente a la fuerza bruta de la naturaleza.

Milagrosamente, Basavaraju sobrevivió al incidente, aunque fue trasladado de urgencia al hospital con lesiones. Si bien las heridas no fueron de gravedad, la experiencia sin duda le marcó de por vida. Además del trauma físico y emocional, el turista tuvo que enfrentar las consecuencias legales de su imprudencia, recibiendo una multa de 285 dólares por invadir y provocar a la fauna silvestre. Esta sanción, aunque parezca leve en comparación con el potencial desenlace fatal, busca sentar un precedente y disuadir a otros de cometer actos similares.

El incidente ha reabierto el debate sobre la responsabilidad de las empresas turísticas en la protección tanto de los visitantes como de los animales. ¿Se están implementando las medidas de seguridad adecuadas? ¿Se informa correctamente a los turistas sobre los riesgos y protocolos de interacción con la fauna? Estas son preguntas cruciales que deben abordarse para evitar futuras tragedias.

Más allá de la anécdota particular, este suceso nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el mundo natural. La búsqueda de la foto perfecta, la necesidad de la experiencia “instagrameable”, no puede justificar poner en riesgo nuestra vida ni la de los animales. El respeto, la distancia prudencial y la consciencia de que no somos los dueños del planeta son principios fundamentales para una convivencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza. La historia de Basavaraju, aunque afortunadamente no terminó en tragedia, sirve como una poderosa advertencia: la naturaleza, en toda su majestuosidad, también puede ser implacable.

Fuente: El Heraldo de México