
15 de agosto de 2025 a las 00:10
Fin de semana intenso: Laynez no descansa.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se encuentra en un momento crucial, una verdadera carrera contra el reloj. El ministro Javier Laynez, en una reveladora entrevista para "Maca Diario" con Maca Carriedo en El Heraldo Radio, ha arrojado luz sobre la intensa labor que se está llevando a cabo dentro del máximo tribunal del país. Ante la próxima transición y los cambios que trae consigo la Reforma Judicial, los actuales ministros se han propuesto un objetivo titánico: resolver la mayor cantidad posible de casos pendientes.
"Nos los repartimos todos, nos tocaron como 13 a cada ponencia…", confesó Laynez, pintando una imagen vívida del ritmo frenético que impera en la Corte. "Trabajando a marchas forzadas el fin de semana", añadió, dejando entrever la dedicación y el compromiso que los ministros han asumido para afrontar este desafío. La presión es palpable, el plazo inminente: la ley les exige resolver los casos a más tardar tres días antes de que los nuevos ministros tomen posesión. Un plazo que, como una espada de Damocles, pende sobre sus cabezas, exigiendo eficiencia y precisión en cada decisión.
Pero la labor de los ministros no se limita a una mera cuestión de plazos. Laynez, con firmeza, rechazó las interpretaciones que algunos medios han dado a esta intensa actividad. Se ha especulado sobre un supuesto aferramiento al poder, una resistencia a abandonar sus puestos. Nada más lejos de la realidad, según el ministro. "No es que se estén aferrando…", aclaró con vehemencia, desmintiendo cualquier rumor que ponga en duda la integridad de la Corte.
Su explicación es contundente: "teníamos que abrir porque hay inconformidades y tenemos fecha". No se trata de un capricho, sino de una obligación legal. Las inconformidades presentadas deben ser atendidas, los procesos deben seguir su curso. La fecha límite no es un obstáculo, sino un horizonte que guía sus esfuerzos. "Estamos sesionando porque la ley nos obliga a sesionar…", sentenció Laynez, remarcando el compromiso inquebrantable de la Corte con el cumplimiento de la ley. No se trata de un simple cierre de expediente, un "carpetazo" como se dice coloquialmente. Cada caso representa una historia, una controversia que exige una resolución justa y apegada a derecho.
La imagen que emerge de las palabras del ministro Laynez es la de una institución trabajando a contrarreloj, impulsada por el deber y la responsabilidad. No se trata de una lucha por el poder, sino de una carrera contra el tiempo para garantizar que la justicia prevalezca. Una labor titánica que, sin duda, dejará una huella profunda en la historia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La ciudadanía espera que este esfuerzo se traduzca en una justicia más expedita y eficiente, un legado que trascienda las administraciones y fortalezca el Estado de Derecho en México.
Fuente: El Heraldo de México