Belinda, un ícono de estilo que trasciende generaciones. Su participación en "Mentiras: La Serie" no solo la consolida como actriz y cantante, sino que la catapulta como un referente de moda, una auténtica musa que revive la magia de los 80 con un toque moderno y personal. Lejos de imponer, Belinda inspira. Su personaje, Daniela, no viste ropa, viste una actitud, una declaración de intenciones que resuena con la fuerza de una mujer segura de sí misma. Cada prenda, desde los conjuntos de tweed rosa Chanel hasta las batas Versace con bordados dorados, narra una historia, la historia de una mujer que se apropia del pasado para construir su presente.

Y es que la magia de Daniela reside en la autenticidad. Abrir su propio armario para dar vida al personaje no solo es un gesto de generosidad artística, sino una apuesta por la verdad, por la conexión genuina con la esencia de la moda. En un mundo donde el vestuario a menudo se crea desde cero, la decisión de Belinda de utilizar piezas de su colección personal aporta una capa de realismo y cercanía que rara vez se ve en la televisión contemporánea.

Recordemos la década de los 80, una explosión de color, de hombreras imponentes, de estampados que desafiaban las convenciones. Versace, Yves Saint Laurent, Chanel, gigantes de la moda que definieron una era de opulencia y teatralidad. Y es precisamente esa esencia, ese espíritu audaz y vibrante, lo que Daniela, a través de Belinda, rescata y reinterpreta para las nuevas generaciones.

El traje sastre, símbolo de empoderamiento femenino; los abrigos con siluetas exageradas, los tejidos de tweed reinventados, los vestidos "power dress", piezas icónicas que no solo marcaban tendencia, sino que gritaban al mundo la llegada de una mujer poderosa y decidida. Y en "Mentiras: La Serie", Belinda no imita, encarna esa fuerza, la traduce a un lenguaje contemporáneo que conecta con la audiencia.

El conjunto rosa Chanel, un uniforme de poder, una armadura de feminidad y autoridad. La bata Versace Barocco Goddess, una oda al lujo, a la sensualidad, una pieza que eleva la teatralidad del personaje. El abrigo rojo con forma de corazón de Yves Saint Laurent, una declaración de intenciones, una pieza atemporal que desafía las convenciones y que podría brillar tanto en 1985 como en 2025.

Dolce&Gabbana, Hermès, Cartier, Solace London, Blumarine, Sleeper, H&M x Balmain, un desfile de marcas que construyen un armario de ensueño, un universo de estilo valuado en más de 437,250 pesos mexicanos, sin contar las joyas y los bolsos. Una cifra que no solo representa el valor económico, sino el valor simbólico de una mujer que ha convertido la moda en su forma de expresión, en una herramienta para contar historias, para inspirar y para dejar una huella imborrable en el mundo del estilo. Belinda, más que una cantante, más que una actriz, un verdadero ícono de la moda.