Tras rozar la gloria del Vince Lombardi hace dos años, la temporada pasada de los San Francisco 49ers se convirtió en una dolorosa lección de humildad. Seis victorias, un bagaje insuficiente para un equipo con aspiraciones de campeonato, dejaron un sabor amargo en la afición y una larga lista de interrogantes. Las lesiones, ese fantasma que acecha cada temporada, se cebaron con los de la Bahía, golpeando con especial virulencia a piezas clave como Christian McCaffrey. El corredor estrella, mermado por problemas físicos arrastrados desde la temporada anterior, apenas pudo contribuir hasta la décima jornada, para luego volver a caer lesionado, abriendo paso a un Jordan Mason que, irónicamente, también sucumbiría a los problemas físicos, dejando la responsabilidad en manos del novato Isaac Guerendo.

Este año, la recuperación de McCaffrey se presenta como un rayo de esperanza para la ofensiva. El jugador que hace dos años brilló como el mejor ofensivo de la NFL, regresa con la promesa de recuperar su explosividad y liderar el ataque de los 49ers. La marcha de Jordan Mason a los Minnesota Vikings deja un hueco en la rotación de corredores, una batalla que disputarán Isaac Guerendo y el novato Jordan James, aunque conociendo la tendencia de Kyle Shanahan a confiar en un corredor principal, la titularidad parece clara.

Brock Purdy, tras tres años de espera, finalmente ha alcanzado el olimpo de los quarterbacks mejor pagados de la liga. Un logro merecido, fruto del esfuerzo y la dedicación, pero que no debe eclipsar la necesidad de seguir puliendo su juego. La protección del balón, un aspecto crucial para cualquier mariscal de campo, sigue siendo una asignatura pendiente para Purdy, cuyas arriesgadas decisiones en ocasiones se traducen en intercepciones que lastran el avance de la ofensiva. La ausencia de Brandon Aiyuk, el receptor número uno, quien se recupera de una lesión de rodilla y se perderá las primeras seis jornadas, añade presión sobre los hombros de Purdy. Jauan Jennings, George Kittle, el ala cerrada mejor pagado de la liga, y un Ricky Pearsall del que se esperan grandes cosas en su segundo año, serán los encargados de arropar al joven quarterback.

En el lado defensivo, el regreso de Robert Saleh como Coordinador Defensivo tras su paso por los New York Jets, supone un golpe de efecto para los 49ers. La decepcionante actuación de la defensa en 2024, una de las peores de la liga, ha motivado el regreso del técnico que, junto a Fred Warner, construyó una de las defensivas más temidas de la NFL hace algunos años. La agencia libre, a diferencia de temporadas anteriores, ha sido escenario de más salidas que llegadas. Figuras como Dre Greenlaw, Javon Hargrave, Charvarius Ward y Talanoa Hufanga han abandonado el barco, dejando huecos que los 49ers han intentado cubrir en el Draft, apostando por la juventud y el talento de jugadores como Mykel Williams, de quien se espera una contribución inmediata junto a Nick Bosa en la presión al quarterback rival.

Los equipos especiales, un quebradero de cabeza histórico para los 49ers, también han sido objeto de atención. La contratación de Brant Boyer, artífice del éxito de los equipos especiales de los New York Jets durante los últimos 9 años, busca revertir la dinámica negativa. La paciencia con el pateador Jake Moody se agota. Tras una temporada plagada de errores que costaron valiosos puntos al equipo, Moody ha logrado retener su puesto tras una competencia interna con el veterano Greg Joseph. Una decisión que sorprende a muchos, dada la errática trayectoria del joven pateador.

A pesar de un calendario, al menos sobre el papel, favorable, los 49ers enfrentan la temporada con la incertidumbre de las lesiones, un factor impredecible que ha truncado sus aspiraciones en el pasado. Si logran mantenerse sanos, el talento de su plantilla, con jugadores de élite en sus respectivas posiciones, debería ser suficiente para asegurar su regreso a los Playoffs. El tiempo apremia para los de la Bahía, la presión por conseguir su sexto campeonato es palpable. El reto está planteado, la temporada dictará sentencia.