La tragedia ha golpeado a la comunidad de Aston, un suburbio de Filadelfia, dejando un vacío irreparable en el corazón de una madre. Abby Gillon, una niña llena de vida de tan solo 12 años, perdió la vida en un terrible accidente mientras disfrutaba de una tarde con su amiga en patines eléctricos. La alegría se transformó en pesadilla en cuestión de segundos, cuando ambas niñas cayeron al asfalto y un vehículo que pasaba las atropelló. La imagen, imborrable para los vecinos que presenciaron el horror, es un crudo recordatorio de la fragilidad de la vida.

Los paramédicos se apresuraron al lugar, luchando contra el reloj para salvar la vida de las pequeñas. Ambas fueron trasladadas de urgencia al Hospital Infantil de Delaware, donde Abby, lamentablemente, sucumbió a sus heridas dos días después. Su amiga, Bella Jones de 11 años, sobrevivió al accidente, aunque las cicatrices emocionales de ese día seguramente la acompañarán por mucho tiempo.

La madre de Abby, Lori Kralle, se encuentra devastada. Su mundo se ha derrumbado. En medio del dolor inimaginable, se aferra a la esperanza de que la muerte de su hija no sea en vano. "Mi mejor amiga, mi única hija… no quiero que otra familia tenga que recibir esa llamada, ni enterrar a su hijo. No debería haber sucedido", expresó con la voz quebrada por la angustia. La ausencia de Abby es un peso que Lori llevará para siempre, un recordatorio constante de la hija que le fue arrebatada demasiado pronto.

La indignación y la impotencia se suman al dolor de la familia. Si bien el conductor colaboró con la policía y no se presentaron cargos penales, la pregunta que atormenta a Lori y a muchos en la comunidad es: ¿se pudo haber evitado esta tragedia? ¿Qué medidas se pueden tomar para proteger a nuestros niños en las calles?

A raíz de este terrible suceso, la familia de Abby, con el apoyo de la comunidad, ha impulsado la creación de la "Ley Abby". Esta ley busca establecer regulaciones más estrictas para el uso de patines eléctricos por parte de menores de edad. Se propone prohibir su uso a menores de 16 años a velocidades superiores a 20 km/h y exigir el uso de casco para los jóvenes de 16 y 17 años. La "Ley Abby" es un grito desesperado por un cambio, un intento por transformar el dolor en acción y evitar que otras familias sufran la misma pérdida. Es un legado en honor a Abby, una pequeña cuya vida fue truncada prematuramente.

Para costear los gastos funerarios y honrar la memoria de Abby, la familia ha creado una cuenta en GoFundMe. La solidaridad de la comunidad se ha hecho presente, con donaciones que no solo alivian la carga económica, sino que también representan un abrazo de apoyo en este momento tan difícil. Cada aporte es un testimonio del impacto que Abby tuvo en la vida de quienes la conocieron y un símbolo de esperanza en la búsqueda de justicia y un futuro más seguro para nuestros niños. El camino hacia la sanación será largo y doloroso, pero la comunidad se une para arropar a la familia de Abby y luchar por un cambio que pueda prevenir futuras tragedias. La memoria de Abby, su sonrisa y su alegría, vivirán en los corazones de quienes la amaron y en la lucha por un mundo más seguro para todos los niños.