
13 de agosto de 2025 a las 19:55
Tragedia en Culiacán: Policía asesinado tras su jornada
La sombra de la violencia vuelve a cernirse sobre Culiacán. Un nuevo acto criminal ha arrebatado la vida de un agente de la Policía Municipal, dejando una estela de dolor e indignación en la comunidad. Iván Alfonso Ibarra Gastélum, de 44 años, se dirigía a su hogar después de una jornada de servicio, sin sospechar que ese trayecto cotidiano se convertiría en su último camino. La mañana del miércoles, la avenida Venustiano Carranza, usualmente bulliciosa con el ir y venir de la ciudad, se transformó en el escenario de una tragedia. Alrededor de las 7:00 horas, en la intersección con el bulevar Francisco I. Madero, en el sector de Las Vegas, el agente Ibarra Gastélum fue interceptado por sujetos armados que, sin mediar palabra, abrieron fuego contra su vehículo compacto. La ráfaga de disparos silenció para siempre la vida de este servidor público, quien por 12 años dedicó sus esfuerzos a la seguridad de Culiacán, dejando tras de sí a una familia y una comunidad consternada.
El eco de las detonaciones resonó no solo en las calles de Las Vegas, sino en el corazón de una sociedad cansada de la violencia. La noticia corrió como reguero de pólvora, sembrando la incertidumbre y el miedo. Rápidamente, elementos de diversas corporaciones policiales y equipos de auxilio se hicieron presentes en el lugar, confirmando el deceso del oficial Ibarra Gastélum y acordonando la zona para preservar la escena del crimen. La Fiscalía General del Estado (FGE) ha iniciado una carpeta de investigación, con la promesa de llevar a los responsables ante la justicia. Sin embargo, la promesa de justicia, aunque necesaria, ofrece poco consuelo ante la pérdida irreparable de una vida.
Este lamentable suceso no es un hecho aislado. A menos de 24 horas del ataque a una patrulla de la Policía Estatal Preventiva en la carretera Culiacán–Imala, el asesinato del agente Ibarra Gastélum pone de manifiesto la vulnerabilidad que enfrentan las fuerzas del orden en la capital sinaloense. La violencia, como una bestia insaciable, parece ganar terreno, poniendo en jaque la seguridad y la tranquilidad de los ciudadanos.
¿Hasta cuándo Culiacán seguirá siendo escenario de estas tragedias? ¿Qué medidas se tomarán para proteger a quienes nos protegen? Estas son las preguntas que resuenan en la mente de los culiacanenses, quienes exigen un alto a la impunidad y un compromiso real por parte de las autoridades para garantizar la paz y la seguridad. La vida de Iván Alfonso Ibarra Gastélum, un hombre que dedicó su vida al servicio público, no puede ser una estadística más en la larga lista de víctimas de la violencia. Su memoria debe servir como un llamado a la acción, un recordatorio de la urgente necesidad de construir un Culiacán más seguro para todos. La lucha contra la violencia no es una tarea exclusiva de las autoridades, es una responsabilidad compartida que exige la participación activa de toda la sociedad. Solo unidos podremos romper el ciclo de violencia y construir un futuro de paz para las próximas generaciones. El tiempo de la indiferencia ha terminado, es hora de alzar la voz y exigir un cambio.
Fuente: El Heraldo de México