
13 de agosto de 2025 a las 09:40
Jaque Mate de Ana Balderas en Atizapán
La política atizapense se asemeja a un tablero de ajedrez, donde cada movimiento se calcula con precisión, o al menos eso intentan los jugadores. El reciente caso de Ana María Balderas Trejo y su fallido registro como aspirante a la dirigencia del PAN municipal ilustra a la perfección esta dinámica. ¿Fue una estrategia fallida para presionar a Morena y conseguir un lugar en sus filas? ¿O simplemente un intento desesperado por salir del ostracismo político en el que se encuentra desde que perdió la alcaldía? Las especulaciones corren como la pólvora en los corrillos políticos. Lo cierto es que la jugada no le salió como esperaba. Ni Morena se peleó por ella, ni el PAN le entregó en bandeja de plata la dirigencia municipal. Su figura, antaño poderosa, parece haberse desvanecido en el panorama político local. Su llegada a la diputación federal por la vía plurinominal ya dejaba entrever su pérdida de influencia dentro de Acción Nacional. ¿Acaso sus constantes guiños a Morena son un síntoma de la desesperación por mantenerse a flote en la arena política?
La situación se complica aún más con la entrada en escena de Alberto Torres Almeida, incondicional de Balderas Trejo y su principal operador financiero durante su gestión como alcaldesa. Su registro como candidato a la dirigencia municipal del PAN levanta sospechas. ¿Se trata de un movimiento estratégico orquestado por Balderas para mantener el control del partido desde las sombras? Su pasado, marcado por problemas legales durante su labor como tesorero con Gonzalo Alarcón Bárcena (ahora también en Morena), añade un nuevo ingrediente a esta trama de intrigas políticas. La sombra de la prisión se cierne sobre Torres Almeida, y este hecho sin duda generará controversia dentro del PAN. ¿Será capaz de liderar el partido con este lastre a cuestas? ¿O su candidatura es simplemente una pieza más en el complejo juego de poder que se libra en Atizapán?
Mientras tanto, a kilómetros de distancia, en Metepec, la gestión del alcalde Fernando Flores se centra en un problema más tangible: los baches. La "Operación Exterminio Cero Baches 2025" se presenta como la solución definitiva a esta plaga que afecta las vialidades del municipio. Con miles de toneladas de mezcla asfáltica y una inversión considerable, se busca erradicar los 4,500 baches restantes. El programa de indemnización por daños causados por baches, aunque con un bajo porcentaje de solicitudes procedentes, se presenta como una muestra de la preocupación del gobierno municipal por los ciudadanos. Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es si estas medidas serán suficientes para resolver el problema de raíz o si, como ocurre con frecuencia, los baches volverán a aparecer con las próximas lluvias. ¿Será esta "Operación Exterminio" una victoria definitiva o una batalla más en la guerra contra el deterioro de las vialidades? El tiempo lo dirá.
Dos realidades distintas, dos municipios, dos formas de hacer política. Mientras en Atizapán las intrigas y las estrategias políticas dominan el escenario, en Metepec la atención se centra en la gestión de los servicios públicos. Dos caras de la misma moneda: la compleja y a veces contradictoria realidad de la política mexicana. Seguiremos observando con atención el desarrollo de estos acontecimientos, analizando cada movimiento, cada declaración, cada decisión, para desentrañar los hilos que mueven los engranajes del poder. La política, como un buen drama, siempre nos reserva sorpresas.
Fuente: El Heraldo de México