La llegada de Hugo Aguilar Ortiz a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación promete un cambio de aires en el máximo tribunal del país. Sus palabras resonaron con fuerza en el evento "México Pluricultural: Avances y retos en los Derechos de los Pueblos Indígenas" celebrado en la Cámara de Diputados, dejando claro su compromiso con una justicia independiente y accesible. Aguilar Ortiz no solo se limitó a pronunciamientos generales, sino que se adentró en la esencia misma de lo que busca para la Corte: un diálogo abierto con todos los sectores, pero sin ceder a presiones de ningún tipo. "Las puertas estarán abiertas", afirmó con convicción, "pero las decisiones se tomarán con base en la Constitución, las leyes y nuestro propio criterio".

Esta postura firme, libre de ataduras políticas, se sustenta en su llegada al cargo a través del voto popular, un hito derivado de la Reforma al Poder Judicial. "No tengo carrera política, no tengo compromisos con partidos ni agrupaciones", declaró, subrayando su independencia y su compromiso con la justicia por encima de cualquier interés particular. Este nuevo escenario abre la posibilidad de una Corte más cercana a la ciudadanía, alejada de las sombras de la influencia política y enfocada en la aplicación imparcial de la ley.

La promesa de un cambio palpable "desde el día uno" es quizás el elemento más esperanzador del discurso de Aguilar Ortiz. Habla de transformaciones no solo en el fondo, sino también en la forma: una mayor apertura, un trato más cercano, un ministro accesible para la gente. Se acabaron, según sus palabras, los ministros inalcanzables, difíciles de contactar. La limitante, asegura, será únicamente el tiempo, las horas del día que le permitan atender a todos y resolver los asuntos que competen a la Corte.

Este cambio de paradigma, que busca acercar la justicia a la gente, se complementa con la revisión del presupuesto y el funcionamiento de la SCJN. Aguilar Ortiz anticipa ajustes, pero con la garantía de que no habrá contradicción entre austeridad y eficiencia. La premisa, asegura, es "hacer mucho con poco", una declaración que sin duda generará expectativas en un contexto de demandas ciudadanas por una justicia más eficaz y transparente.

Su recorrido por el Palacio Legislativo de San Lázaro, acompañado por figuras clave como Ricardo Monreal y Sergio Gutiérrez Luna, simboliza el inicio de una nueva era en la relación entre los poderes del Estado. La reunión privada con el coordinador de Morena, si bien generó especulaciones, también puede interpretarse como una muestra de la voluntad de diálogo y colaboración que Aguilar Ortiz busca impulsar. El futuro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se presenta con retos y oportunidades, y la gestión de Hugo Aguilar Ortiz será clave para definir el rumbo de la justicia en México en los próximos años. La expectativa es grande, y la ciudadanía espera que las promesas de cambio se traduzcan en una justicia más cercana, accesible e independiente.