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14 de agosto de 2025 a las 00:50

Domina el ronroneo: ¡Entiende a tu gato!

El fascinante mundo de los gatos continúa sorprendiéndonos. A pesar de su creciente popularidad como animales de compañía, aún existen muchos misterios en torno a su comportamiento. Descifrar el lenguaje felino es una tarea que requiere paciencia, observación y, sobre todo, respeto. A diferencia de la efusividad canina, las expresiones gatunas son sutiles, casi como un código secreto que se revela poco a poco a quienes se toman el tiempo de aprenderlo.

Uno de los comportamientos más comunes, y a la vez enigmáticos, es la costumbre de tumbarse frente a nosotros. ¿Simple pereza? ¿Una muestra de indiferencia? Nada más lejos de la realidad. Este acto, aparentemente simple, esconde un abanico de significados que van desde la alegría y el juego hasta la relajación y el marcaje territorial. Entender estas señales no solo nos permite comprender mejor a nuestros compañeros felinos, sino que fortalece el vínculo que nos une, creando una convivencia más armoniosa y enriquecedora.

La alegría del reencuentro se manifiesta a menudo con un característico revolcón en el suelo. Esta peculiar "croqueta" felina, lejos de ser un acto casual, es una clara señal de felicidad y confianza. Un gato que se revuelca a nuestros pies nos está diciendo, en su propio idioma, "¡Me alegra verte!". Es un privilegio ganarse la confianza de un animal tan independiente y selectivo, por lo que esta muestra de afecto debe ser recibida con orgullo y cariño. No intentes interrumpir este ritual, simplemente disfruta del momento y del cariño que tu gato te está brindando.

En otras ocasiones, tumbarse frente a nosotros puede ser una invitación al juego. Aunque no lo expresen con la misma energía que un perro, los gatos también necesitan y disfrutan del juego. Tumbarse, en este contexto, puede ser una forma de llamar nuestra atención, una sutil propuesta para compartir un rato de diversión. Observa si esta postura viene acompañada de otros signos, como movimientos de cola, orejas atentas o pequeños maullidos. Si es así, no dudes en aceptar la invitación y dedica unos minutos a jugar con tu amigo felino.

La relajación y la confianza también se expresan a través de la postura. Un gato que se tumba boca arriba, mostrando su vulnerable vientre, nos está demostrando una profunda confianza. Se siente seguro y a gusto en nuestro entorno, lo que le permite relajarse por completo. Este gesto de vulnerabilidad es una muestra inequívoca del vínculo que hemos creado con nuestro compañero felino. Sin embargo, cuidado, admirar su tierna pancita no significa que debamos tocarla. A la mayoría de los gatos no les gusta que les acaricien el vientre y una caricia bienintencionada puede terminar en un arañazo. Respeta su espacio y disfruta de la muestra de confianza sin invadir su intimidad.

Finalmente, el acto de tumbarse y frotar la espalda contra el suelo puede ser una forma de marcaje territorial. Los gatos, al igual que muchos otros animales, utilizan las feromonas para marcar su territorio y objetos. Al frotarse contra el suelo, o incluso contra nosotros, liberan estas sustancias, impregnando el entorno con su olor. Este comportamiento, lejos de ser una muestra de egoísmo, es una forma de crear un ambiente seguro y familiar. Al reconocer su propio olor, el gato se siente tranquilo y relajado, sabiendo que se encuentra en un espacio seguro y controlado.

En definitiva, el simple acto de tumbarse frente a nosotros encierra un complejo lenguaje de señales que nos permite comprender mejor el mundo interior de nuestros compañeros felinos. Observar, interpretar y respetar estas señales es fundamental para construir una relación sólida y armoniosa con nuestros gatos, disfrutando al máximo de la compañía de estos fascinantes animales. Continúa aprendiendo sobre el lenguaje felino y descubre la riqueza que se esconde tras cada gesto, cada maullido, cada movimiento de cola. Te sorprenderá la profundidad de la conexión que puedes llegar a establecer con tu compañero gatuno.

Fuente: El Heraldo de México