
13 de agosto de 2025 a las 05:00
Brutalidad policial: indignación en Chiapas
La indignación colectiva se ha desatado en Chiapas tras la difusión de un perturbador video que muestra a elementos de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, presuntamente abusando de su autoridad contra un joven en el municipio de Chilón. Las imágenes, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, exhiben la brutalidad del acto: un joven, ya esposado y bajo custodia, es sometido a una humillante agresión física. Mientras un elemento lo sujeta, otro le baja los pantalones y procede a golpearlo repetidamente con una tabla en la parte trasera del cuerpo. La crudeza de la escena ha generado una ola de repudio y exige justicia inmediata.
Este lamentable incidente ha puesto bajo el escrutinio público el accionar de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, una unidad especializada en el combate a la delincuencia organizada. La pregunta que resuena en la sociedad chiapaneca es: ¿cómo es posible que quienes tienen la responsabilidad de proteger a la ciudadanía se conviertan en sus agresores? La confianza en las instituciones de seguridad se ve seriamente afectada por este tipo de actos que vulneran los derechos humanos y la dignidad de las personas.
Ante la presión social y la evidencia irrefutable del video, las autoridades estatales han actuado con celeridad. Los seis elementos involucrados, identificados como Bastida “N”, Jesús “N”, Iván “N”, Eugenio “N”, Lázaro “N” y Joél “N”, han sido detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía de Combate a la Corrupción. Se ha iniciado una carpeta de investigación para determinar su situación legal y deslindar responsabilidades. La Secretaría de Seguridad del Pueblo ha confirmado la separación del cargo del elemento que aparece propinando los golpes, en lo que se desarrollan las indagatorias correspondientes.
Más allá de las acciones inmediatas, este caso exige una profunda reflexión sobre los protocolos de actuación de las fuerzas de seguridad y la necesidad de fortalecer la capacitación en materia de derechos humanos. La impunidad no puede ser una opción. Es fundamental que se lleven a cabo investigaciones exhaustivas y transparentes que permitan sancionar a los responsables y enviar un mensaje claro de que este tipo de conductas no serán toleradas.
La sociedad chiapaneca se mantiene vigilante, esperando que se haga justicia y que este lamentable suceso sirva como un llamado a la transformación de las prácticas policiales, garantizando el respeto a la dignidad y los derechos de todos los ciudadanos. Se espera que la Fiscalía General del Estado de Chiapas, a través de la Fiscalía de Combate a la Corrupción, actúe con la debida diligencia y que este caso no se sume a la larga lista de impunidad que aqueja al país. El futuro de la seguridad en Chiapas depende de la capacidad de las autoridades para responder con firmeza ante estos abusos y construir una cultura de respeto a los derechos humanos. La transparencia en el proceso de investigación y la aplicación de sanciones ejemplares serán cruciales para recuperar la confianza ciudadana y fortalecer el estado de derecho.
Fuente: El Heraldo de México