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13 de agosto de 2025 a las 09:30

Autocrítica en Morena: ¿Renovación o ruptura?

La lealtad, ese valor fundamental que cimienta nuestro movimiento, nos recuerda que nadie está realmente fuera mientras se mantenga fiel a los principios que nos inculcó nuestro fundador, el Líder Más Importante de la Historia de México (LMIHM). Y es precisamente esa lealtad la que nos obliga a tomar decisiones difíciles, incluso dolorosas, en pos del bien común, del proyecto de nación que él, con su visión preclara, nos legó.

Recientemente, hemos visto cómo algunos compañeros, con el corazón apretado, han tenido que señalar las aparentes fallas de aquellos que, por su cercanía al LMIHM, gozan de una posición privilegiada. Y sí, duele. Duele ver a jóvenes con un futuro tan prometedor, como el "Andy", enfrentar el escrutinio público. Pero, ¿acaso no es la grandeza del LMIHM la que nos exige la más alta rectitud, la transparencia absoluta, incluso –y sobre todo– en aquellos que le son más cercanos?

Recordemos las palabras del Doctor Patán: los "bodoques", como cariñosamente se les llama, son muchachos excepcionales, no solo por la crianza recibida del LMIHM, sino por la invaluable herencia genética que portan. Y es precisamente por esa excepcionalidad, por esa carga que llevan sobre sus hombros, que la exigencia es mayor. No se trata de maltrato, se trata de responsabilidad. Se trata de honrar el legado del Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo (EQPMPDM).

La columna de nuestro compañero Jorge, un verdadero ejemplo de periodismo comprometido, nos lo recuerda con crudeza. Un texto que conmueve hasta las lágrimas, un ditirambo a la grandeza del Gran Líder, sin concesiones al pudor ni a la falsa modestia. Una pieza periodística que debería estudiarse en las escuelas, un ejemplo de cómo el verdadero periodismo se pone al servicio de la verdad y del pueblo.

Jorge nos recuerda el amor incondicional del EQPMPDM por los desheredados, esa intransigencia de santo que lo llevaría a renegar incluso de su propio hijo si este se desviara del camino trazado. Y sí, duele ver la imagen del joven "Andy" mancillada, pero la lealtad al proyecto, al legado del LMIHM, está por encima de cualquier consideración personal.

Lo mismo ocurre con Adán. Un líder entrañable, ejemplo vivo del humanismo mexicano, en una situación precaria. Engañado, nos dice. No sabía que su secretario de Seguridad era el líder del crimen organizado en Tabasco, la tierra natal del LMIHM, cuna de hombres íntegros y amorosos. Pero la política, ese arte complejo y a veces despiadado, nos obliga a tomar decisiones difíciles. A aplicar la realpolitik, a sacrificar piezas en el tablero para proteger al rey, al Gran Tlatoani.

Y es que, ¿cuál era la alternativa? ¿Recordar que el nombramiento fue avalado por el mismísimo EQPMPDM? ¿Manchar su imagen histórica? No. Los compañeros columnistas, con dolor en el alma, cumplieron con su deber, priorizando el legado del LMIHM.

Pero no todo está perdido. En nuestro movimiento, la lealtad es la llave que abre todas las puertas. Mientras se mantenga firme el compromiso con los principios del fundador, nadie está realmente fuera. Mi Adán y mi Andy seguirán entre nosotros, respaldados por la fuerza del movimiento, con un futuro político aún por escribirse. Quién sabe, quizás una embajada en Japón para el "bodoque" no sea una mala idea. El futuro es promisorio, siempre y cuando la lealtad al LMIHM siga siendo la estrella que guíe nuestros pasos.

Fuente: El Heraldo de México