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12 de agosto de 2025 a las 10:05

Previene el mareo de tu perro en el coche

Muchos perros experimentan mareos en el coche, manifestándose con babeo excesivo, jadeos, inquietud, vómitos e incluso, en casos más extremos, letargo. Esto se debe a una combinación de factores, principalmente relacionados con el sistema vestibular, el cual regula el equilibrio y la orientación espacial. Imaginen a nuestros amigos peludos como pequeños navegantes: su cerebro recibe información contradictoria. Por un lado, sus ojos les dicen que están quietos, sentados en el asiento del coche; pero por otro, el movimiento del vehículo, las curvas y las aceleraciones, le indican a su sistema vestibular que están en movimiento. Esta discrepancia sensorial es la raíz del problema.

En cachorros, este fenómeno es aún más frecuente. Su sistema vestibular está en pleno desarrollo, lo que los hace más susceptibles a los mareos. A medida que crecen, muchos perros se adaptan y los síntomas disminuyen o desaparecen por completo. Sin embargo, algunos pueden seguir experimentando mareos a lo largo de su vida.

Existen razas con predisposición genética a sufrir mareos en el coche, como el Beagle, el Labrador Retriever y el Pastor Alemán. Aunque no se conoce la causa exacta de esta predisposición, se cree que ciertos factores anatómicos y fisiológicos podrían influir.

Además de la inmadurez del sistema vestibular en cachorros y la predisposición racial, existen otros factores que pueden agravar los mareos. El estrés y la ansiedad juegan un papel importante. Un perro nervioso o asustado ante el viaje, puede experimentar mareos con mayor intensidad. El olor a gasolina, los ruidos del tráfico y la propia experiencia de estar confinado en un espacio reducido pueden contribuir a este malestar.

Incluso la alimentación juega un papel. Un estómago demasiado lleno o vacío puede aumentar las náuseas. Se recomienda dar al perro una comida ligera unas horas antes del viaje y evitar alimentarle justo antes de subir al coche.

¿Qué podemos hacer para aliviar a nuestros compañeros peludos durante los viajes en coche? Existen diversas estrategias que pueden ayudar. Empezar con viajes cortos y frecuentes puede acostumbrar gradualmente al perro al movimiento. Asegurarse de que el coche esté bien ventilado y mantener una temperatura agradable también es fundamental. Colocar al perro en un transportín seguro o sujetarle con un arnés especial para coche puede aumentar su sensación de seguridad y reducir la ansiedad.

Algunos veterinarios recomiendan el uso de feromonas sintéticas, disponibles en sprays o difusores, que imitan las feromonas apaciguadoras de la madre y pueden ayudar a calmar al perro. En casos más severos, se puede recurrir a medicamentos específicos contra el mareo, siempre bajo prescripción veterinaria.

Viajar con nuestro perro puede ser una experiencia maravillosa, tanto para él como para nosotros. Con un poco de paciencia, comprensión y las estrategias adecuadas, podemos minimizar los mareos y disfrutar al máximo de las aventuras juntos. No duden en consultar con su veterinario de confianza para obtener un plan personalizado que se ajuste a las necesidades de su mascota y les permita disfrutar de viajes tranquilos y felices. Recordemos que cada perro es un mundo, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La clave está en la observación, la paciencia y el amor.

Fuente: El Heraldo de México