
12 de agosto de 2025 a las 09:10
Pemex: Energía para México
La visión a largo plazo del Plan Estratégico de Pemex 2025-2035 no se limita a la recuperación financiera de la petrolera, sino que se extiende a una transformación profunda del sector energético mexicano. Imaginen un México donde la energía que impulsa nuestra economía, que ilumina nuestros hogares y que mueve nuestra industria, sea generada en nuestro propio suelo, con recursos propios y bajo el control de las y los mexicanos. Este plan no es una simple promesa, es una ruta detallada hacia esa realidad.
El ambicioso objetivo de alcanzar una producción de 1.8 millones de barriles diarios no sólo fortalece a Pemex, sino que también apuntala nuestra soberanía energética, reduciendo la dependencia de importaciones y blindándonos ante las fluctuaciones del mercado internacional. Además, el incremento en la producción de gas natural no sólo abastecerá a la industria y a los hogares mexicanos con un combustible más limpio y eficiente, sino que también impulsará el desarrollo de nuevas tecnologías y la creación de empleos de calidad.
La colaboración con el sector privado, a través de proyectos mixtos bajo reglas claras y transparentes, no es una privatización encubierta, sino una estrategia inteligente para aprovechar la experiencia y la inversión de terceros en beneficio del país. Estos proyectos no sólo aportarán capital, sino también conocimientos técnicos y tecnológicos que fortalecerán a Pemex y contribuirán a la formación de profesionales mexicanos en áreas clave del sector energético. Imaginen la transferencia de tecnología y la creación de centros de investigación que impulsarán la innovación y el desarrollo de nuevas soluciones energéticas.
La reactivación de la industria petroquímica y de fertilizantes no es un simple añadido al plan, sino una pieza fundamental para alcanzar la soberanía alimentaria y fortalecer el sector agrícola nacional. Con la producción de fertilizantes en nuestro propio territorio, aseguramos el abasto para nuestros agricultores, reducimos los costos de producción y garantizamos el acceso a alimentos a precios justos para todas y todos los mexicanos. Esto no sólo impulsa el campo, sino que también genera empleos en las zonas rurales y fortalece la economía local.
La construcción de nuevos gasoductos en regiones históricamente marginadas, como el sureste del país, no sólo ampliará el acceso a este combustible esencial, sino que también impulsará el desarrollo económico y social de estas comunidades. Imaginen el impacto positivo en la creación de empleos, la mejora de la infraestructura y el acceso a nuevas oportunidades para las familias de estas regiones.
La apuesta por las energías renovables, el hidrógeno y el aprovechamiento del litio no es una concesión a las tendencias globales, sino una visión estratégica para diversificar nuestra matriz energética y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones. Imaginen un México donde la energía limpia y renovable sea la base de nuestro desarrollo, donde la innovación tecnológica nos permita aprovechar al máximo nuestros recursos naturales y donde la protección del medio ambiente sea una prioridad inquebrantable.
Este plan, impulsado por la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, no sólo rescata a Pemex, sino que también sienta las bases para un México más próspero, soberano y sostenible. Es una apuesta por el futuro, una inversión en nuestro presente y un legado de progreso para las generaciones venideras. Es una muestra clara de que la Cuarta Transformación no sólo es un discurso, sino una realidad tangible que transforma la vida de las y los mexicanos.
Fuente: El Heraldo de México