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13 de agosto de 2025 a las 00:05
Lluvias récord: ¿Estamos preparados?
La Ciudad de México se encuentra bajo un diluvio histórico. Las lluvias torrenciales de junio y julio de 2025 han pulverizado los récords anteriores, duplicando la cantidad de agua que habitualmente caía sobre la capital. Imaginen, donde antes se registraban alrededor de 150 millones de metros cúbicos de agua en un mes, ahora, tanto junio como julio superaron la asombrosa cifra de 300 millones. Una auténtica cascada del cielo que nos obliga a reflexionar sobre la magnitud del cambio que estamos viviendo.
Las palabras de Myriam Urzúa, titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, resuenan con la gravedad de la situación. No se trata solo de números, sino del impacto tangible en la vida de los ciudadanos. El reciente domingo 10 de agosto, las intensas precipitaciones azotaron con fuerza a alcaldías como Cuauhtémoc, Venustiano Carranza e Iztacalco, dejando una estela de afectaciones. Y como si fuera poco, la madrugada del martes 12 de agosto trajo consigo otra oleada de agua, provocando al menos 150 encharcamientos en la Gustavo A. Madero. Calles convertidas en ríos, hogares inundados, el caos se apodera de la ciudad cada vez que el cielo descarga su furia.
La entrevista concedida por Urzúa al programa Reporte H con Blanca Becerril de El Heraldo Televisión, transmitido por El Heraldo Media Group, arroja luz sobre las causas de esta inestabilidad climática. El cambio climático, ese monstruo silencioso que hemos alimentado con nuestras acciones irresponsables, está mostrando su rostro más devastador. Y no solo eso, la propia Myriam Urzúa ha revelado el hallazgo de toneladas de basura obstruyendo barrancas y registros de la CDMX. Una montaña de desechos que no solo agrava las inundaciones, sino que también refleja la falta de conciencia ciudadana.
La llamada a la corresponsabilidad es clara y contundente. No podemos esperar que el gobierno resuelva todos los problemas si nosotros, como ciudadanos, no asumimos nuestra parte. Dejar de tirar basura en las calles no es un favor a las autoridades, es un acto de autoprotección, una muestra de respeto hacia nuestra ciudad y hacia nosotros mismos. El planeta nos está enviando un mensaje urgente, un llamado a cambiar nuestra forma de hacer las cosas. Si queremos un futuro habitable, debemos actuar ahora. La limpieza de la ciudad no es solo una cuestión estética, es una cuestión de supervivencia.
Las autoridades se esfuerzan por mejorar sus capacidades de atención, implementando nuevas tecnologías y estrategias para mitigar los efectos de las lluvias torrenciales. Sin embargo, la magnitud del problema requiere un esfuerzo conjunto. Cada botella de plástico que tiramos al suelo, cada bolsa que abandonamos en la calle, contribuye a la obstrucción del sistema de drenaje, aumentando el riesgo de inundaciones. Es hora de tomar conciencia, de entender que nuestras acciones individuales tienen consecuencias colectivas. El futuro de la Ciudad de México está en nuestras manos. ¿Estamos dispuestos a asumir la responsabilidad?
Fuente: El Heraldo de México