La tragedia ha golpeado nuevamente a la familia Hernández Vázquez. En la tarde del martes 12 de agosto, la sombra de la incertidumbre que ya les envolvía desde la desaparición de Johan Alain el 3 de septiembre de 2024, se tornó aún más oscura. El padre de Johan, cuyo nombre aún no ha sido revelado por las autoridades, fue víctima de un ataque armado a las afueras de su domicilio en San Buenaventura, Ixtapaluca, Estado de México. Este hecho ha conmocionado a la comunidad, que ahora se enfrenta a dos tragedias interconectadas, dejando un manto de dolor y preguntas sin respuesta.

La noticia del asesinato llegó como un golpe devastador para la familia, que ya se encontraba en una situación extremadamente vulnerable por la desaparición de su hijo. La esperanza de encontrar a Johan con vida se mezcla ahora con la profunda tristeza y la indignación por la violencia que les ha arrebatado a otro ser querido. Vecinos de San Buenaventura describen al padre de Johan como un hombre trabajador y dedicado a su familia, que desde la desaparición de su hijo se había volcado en su búsqueda, participando activamente en brigadas de rastreo y difundiendo información en redes sociales.

Las autoridades mexiquenses ya han iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este crimen. Se ha acordonado la zona del ataque para recabar evidencias y se están realizando entrevistas a posibles testigos. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) ha informado que se exploran todas las líneas de investigación, sin descartar ninguna posibilidad, incluyendo la de un posible vínculo entre la desaparición de Johan Alain y el asesinato de su padre.

Este doble golpe de la fatalidad ha generado una ola de indignación y preocupación en la comunidad de Ixtapaluca. La creciente inseguridad en la zona es un tema recurrente entre los vecinos, quienes exigen a las autoridades mayores medidas de protección y justicia. Se han organizado veladas y manifestaciones pacíficas para exigir el esclarecimiento de ambos casos y para expresar su solidaridad con la familia Hernández Vázquez.

La pregunta que ahora se cierne sobre la comunidad es si existe una conexión entre ambos sucesos. ¿Se trata de una trágica coincidencia o existe un vínculo que une la desaparición de Johan y el asesinato de su padre? Las autoridades se mantienen cautelosas en sus declaraciones, pero la posibilidad de un crimen relacionado con la desaparición del joven no se descarta.

Mientras tanto, la familia Hernández Vázquez se encuentra sumida en un profundo dolor, enfrentando la pérdida de un padre y la angustiante incertidumbre sobre el paradero de un hijo. La comunidad se une a su dolor y espera que las autoridades puedan brindarles pronto las respuestas que tanto necesitan, y que la justicia se imponga ante estos actos de violencia que han enlutado a San Buenaventura. La búsqueda de Johan Alain continúa, ahora con un peso aún mayor en los corazones de quienes lo esperan. La esperanza, aunque tenue, se mantiene viva.