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12 de agosto de 2025 a las 22:35
Horror en la Familia: Tragedia Inimaginable
La tragedia se cierne sobre la provincia de Misiones, Argentina, dejando una estela de dolor e incredulidad. Un hombre de 48 años, José Ricardo Ferreyra, ha cometido un acto inimaginable: arrebatar la vida de sus propios hijos, herir gravemente a su esposa embarazada y a su cuñado, para finalmente quitarse la suya. Este espeluznante suceso, ocurrido en el barrio San Lorenzo de Posadas, ha conmocionado a la sociedad argentina y nos obliga a reflexionar sobre la devastadoras consecuencias de la violencia intrafamiliar.
El macabro escenario fue descubierto la mañana del lunes 11 de agosto, luego de que la hermana del agresor alertara a las autoridades al no tener noticias de su cuñada y sobrinos, con quienes mantenía contacto permanente dada la cercanía de sus hogares. Al llegar al domicilio, la policía encontró a José Ricardo Ferreyra sin vida, colgado de una viga. En otra habitación, yacían los cuerpos de sus hijos, Evelyn de 13 años y Mariano de 21, quien padecía una discapacidad motriz. Ambos presentaban heridas mortales en el cuello, producto de un ataque con machete.
La escena de horror continuaba en otra habitación, donde se encontraba Paola, la esposa de José y madre de las víctimas, gravemente herida con arma blanca y múltiples golpes. Embarazada y luchando por su vida, fue trasladada de urgencia a un hospital, donde permanece en terapia intensiva. A su lado, también herido de gravedad, se encontraba su hermano, quien también presenta una discapacidad motriz. Afortunadamente, se reporta que su estado evoluciona favorablemente.
Las primeras investigaciones apuntan a un aviso de separación como detonante de esta tragedia. Según el testimonio de Julia Ferreyra, hermana del agresor, José le había confesado que su hija le había contado sobre un hombre que visitaba a Paola con frecuencia. Sin embargo, Julia desestima esta versión, asegurando que su hermano “deliraba” y que nunca hubo indicios de infidelidad por parte de su cuñada, a quien describe como una persona muy cercana a ella. Además, Julia describe a su hermano como una persona “cerrada” y revela que su cuñada le había confesado que "no aguantaba más" la violencia psicológica que sufría por parte de José.
Por su parte, Carina, hermana de Paola, confirma la versión de la separación. Relata que, días antes de la tragedia, su hermana le había comunicado a José su decisión de terminar la relación, cansada de su posesividad y celos enfermizos. José, según Carina, le prohibía a Paola reunirse con su familia y controlaba cada aspecto de su vida. La noticia de la separación, según Carina, no fue bien recibida por José, y ella cree que esta fue la razón que lo llevó a cometer el atroz crimen.
La situación de Paola es desgarradora. Aún convaleciente en el hospital, desconoce el trágico destino de sus hijos. La incertidumbre sobre cómo y cuándo comunicarle esta devastadora noticia añade otra capa de dolor a esta ya inmensa tragedia.
Este caso pone en evidencia, una vez más, la urgente necesidad de visibilizar y combatir la violencia intrafamiliar. La posesividad, los celos y el control son señales de alerta que no deben ser ignoradas. Es crucial promover la educación en igualdad, brindar apoyo y recursos a las víctimas, y trabajar en la prevención para evitar que tragedias como esta se repitan. El silencio es cómplice, y romperlo es el primer paso para construir una sociedad más segura y justa para todos.
Fuente: El Heraldo de México