
12 de agosto de 2025 a las 16:40
Exportación de jitomate: ¿acierto para México?
La reciente firma del acuerdo sobre precios mínimos de exportación para el jitomate mexicano ha generado un revuelo positivo dentro del sector agropecuario. Las palabras de Luis Fernando Haro, Director General del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), calificando la medida como "adecuada", resuenan con la esperanza de un futuro más estable para los productores nacionales. Este acuerdo, un pacto singular forjado entre la Secretaría de Economía, la Secretaría de Agricultura y el Departamento de Comercio de Estados Unidos, se presenta como un faro de certidumbre en un mercado a menudo turbulento.
Haro, en su intervención con Mario Maldonado en Bitácora de Negocios, desgranó la importancia de este acuerdo "sui generis". No se trata simplemente de un documento más, sino de una herramienta crucial para ordenar el mercado y prevenir prácticas de dumping. Estas prácticas, que consisten en la venta de productos por debajo de su costo de producción, han sido una sombra constante para los exportadores mexicanos, una acusación latente que Estados Unidos no ha podido comprobar, pero que siempre ha representado una amenaza.
Este acuerdo, según Haro, es un escudo protector contra estas acusaciones, una demostración palpable de la voluntad tanto del gobierno mexicano como de los productores de tomate para mantener un comercio justo y transparente con Estados Unidos. Se busca, con ello, disipar cualquier duda sobre la legitimidad de las exportaciones mexicanas y asegurar la continuidad de un flujo comercial vital para ambos países.
El jitomate, un producto esencial en la gastronomía de ambos lados de la frontera, se convierte en el protagonista de esta historia de cooperación. Más allá de su valor económico, el jitomate representa la labor de miles de familias mexicanas que dependen de su cultivo y exportación. Este acuerdo, por lo tanto, no solo protege un producto, sino también el sustento de innumerables hogares y la estabilidad de una industria clave para la economía nacional.
La firma de este acuerdo abre una nueva etapa en la relación comercial entre México y Estados Unidos en lo que al jitomate se refiere. Se espera que esta medida no solo fortalezca la posición de los exportadores mexicanos, sino que también promueva un diálogo más constructivo y colaborativo entre ambos países. El camino a seguir, sin embargo, no está exento de desafíos. La implementación efectiva del acuerdo y el monitoreo constante del mercado serán cruciales para asegurar su éxito a largo plazo.
El futuro del jitomate mexicano se vislumbra con mayor optimismo. Este acuerdo, impulsado por la voluntad de colaboración y la búsqueda de un comercio justo, representa un paso significativo hacia la consolidación de un sector agropecuario más sólido y resiliente. La historia del jitomate mexicano, un producto arraigado en la cultura y la economía de México, continúa escribiéndose, y este acuerdo marca un capítulo importante en su camino hacia la prosperidad. Queda por ver cómo se desarrolla este nuevo escenario, pero las expectativas son altas y la esperanza, palpable.
Fuente: El Heraldo de México