Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Medio Ambiente

13 de agosto de 2025 a las 02:35

Atrae el amor sin crueldad: ¡No a la venta de colibríes!

La sombra del comercio ilegal se cierne sobre las alas vibrantes de los colibríes. Una denuncia en redes sociales, originada en la página de Facebook "Adopta un Colibrí", ha sacado a la luz la cruel realidad: estos pequeños tesoros de la naturaleza están siendo asesinados y disecados para ser vendidos en plataformas digitales como amuletos para el amor. Una práctica no solo ilegal, sino que atenta contra la esencia misma de una especie emblemática y protegida en México.

La NOM-059-SEMARNAT-2010, un escudo legal para la biodiversidad mexicana, clasifica a los colibríes como especie protegida. Y la reforma al Código Penal Federal de 2022 refuerza esta protección, tipificando la captura, posesión, transporte y comercialización de estas aves como delito punible con cárcel. A pesar de este marco legal, la codicia y la superstición impulsan un mercado negro que se aprovecha de la vulnerabilidad de estas criaturas.

Las organizaciones defensoras de la fauna, con la voz alzada, hacen un llamado a la conciencia colectiva: no compres colibríes disecados. No seas cómplice de este atentado contra la vida. Detrás de cada pequeño cuerpo inerte hay una historia de vuelo truncado, un eslabón roto en la cadena de la biodiversidad. No son objetos, no son amuletos, son seres vivos que merecen nuestro respeto y protección. No permitas que la ignorancia y la creencia en rituales arcaicos justifiquen su sacrificio.

La creencia de que un colibrí disecado puede atraer el amor se arraiga en las profundidades de la historia, remontándose a la época colonial en México. Una tradición que, lejos de romantizar el amor, lo mancha con la sangre de una especie invaluable. El Mercado de Sonora, en la Ciudad de México, se ha convertido en un triste escenario de esta práctica, donde la magia espuria se impone a la razón. La investigación del National Fish and Wildlife Forensic Laboratory en 2009, que reveló el hallazgo de 650 colibríes muertos listos para su comercialización en este mercado, es un testimonio escalofriante de la magnitud del problema.

Es crucial desmitificar la figura del colibrí como amuleto amoroso. Los especialistas de la UNAM, voces autorizadas en la materia, han reiterado que estas aves no poseen propiedades mágicas ni curativas. Su verdadera magia reside en su vital función como polinizadores, como engranajes esenciales en el delicado mecanismo de la biodiversidad. Su conservación no es una opción, es una responsabilidad.

En lugar de contribuir a su extinción, podemos contribuir a su florecimiento. Un simple gesto, como colocar bebederos limpios con agua y azúcar en nuestros jardines, puede marcar la diferencia. Reforestar con plantas polinizadoras es otra acción concreta que podemos emprender para asegurar su supervivencia. El futuro de los colibríes está en nuestras manos. Elijamos la protección, elijamos la vida. No permitamos que el silencio se convierta en cómplice de su desaparición. La lucha por su conservación es una lucha por la vida misma.

Fuente: El Heraldo de México