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11 de agosto de 2025 a las 20:00

Ola de calor azota Sonora: 16 fallecidos

El calor implacable del verano ha dejado una profunda huella en Sonora, convirtiéndola, lamentablemente, en el epicentro nacional de las tragedias relacionadas con las altas temperaturas. Con un saldo devastador de 16 vidas perdidas, la entidad se enfrenta a una crisis sanitaria sin precedentes, impulsada por una ola de calor que parece no dar tregua. El sofocante calor ha cobrado un precio particularmente alto en Hermosillo, la capital del estado, donde se han registrado 12 de los 15 fallecimientos por golpe de calor. Las otras tres víctimas sucumbieron al calor extremo en San Miguel de Horcasitas, Arizpe, Puerto Peñasco y Navojoa, un recordatorio sombrío de que el peligro se extiende por todo el territorio sonorense.

Más allá de las cifras oficiales, se esconden historias de familias destrozadas, de vidas truncadas por un enemigo invisible pero implacable. Imaginemos el dolor de quienes perdieron a un ser querido, la angustia de verlos sucumbir ante un calor abrasador. Detrás de cada número, hay un drama humano que nos exige reflexionar sobre la vulnerabilidad ante los embates de la naturaleza.

Si bien Sonora encabeza la trágica lista de fallecimientos, otros estados también luchan contra los efectos devastadores del calor. Veracruz, con ocho decesos, Baja California, Chiapas y Tamaulipas, con cuatro cada uno, y Quintana Roo y Tabasco, con tres, pintan un panorama preocupante a nivel nacional. La emergencia sanitaria exige una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades, para mitigar los riesgos y proteger a la población más vulnerable.

La Secretaría de Salud ha confirmado 210 casos de enfermedades relacionadas con el calor en Sonora, la mayoría de ellas deshidrataciones. Este dato subraya la importancia de la prevención y la atención oportuna. Hermosillo, Caborca y San Luis Río Colorado concentran la mayor cantidad de casos, lo que evidencia la necesidad de focalizar los esfuerzos en estas zonas. Es crucial que la población esté informada sobre las medidas de prevención, como mantenerse hidratado, evitar la exposición al sol en las horas pico y reconocer los síntomas de un golpe de calor.

¿Qué podemos hacer como sociedad para enfrentar esta crisis? La respuesta es compleja y requiere la participación de todos. Desde las autoridades, con la implementación de planes de contingencia y la difusión de información vital, hasta cada individuo, tomando las precauciones necesarias para proteger su salud y la de sus seres queridos. La solidaridad y la responsabilidad compartida son fundamentales para superar este desafío.

La situación actual nos invita a reflexionar sobre los efectos del cambio climático y la necesidad de adoptar medidas urgentes para proteger nuestro planeta. Las olas de calor cada vez más intensas y frecuentes son una señal de alarma que no podemos ignorar. Es momento de actuar, de tomar conciencia y de trabajar juntos para construir un futuro más sostenible y seguro para todos. El calor extremo no es un juego, es una amenaza real que exige nuestra atención y nuestra acción inmediata. No podemos permitir que más vidas se pierdan por un enemigo que podemos combatir con información, prevención y solidaridad.

Fuente: El Heraldo de México