La historia de Mark Gibbon y Jasmine Wyld ha trascendido las fronteras del Reino Unido y ha llegado a los titulares internacionales, no por un cuento de hadas, sino por un relato turbulento que ha culminado en un supuesto intento de asesinato en las soleadas tierras de Florida. Lo que comenzó como un romance prohibido, una relación entre suegro y ex-nuera, ha desembocado en un episodio violento que ha dejado a una familia fracturada y a la opinión pública conmocionada.

El idilio entre Gibbon y Wyld, mantenido inicialmente en secreto, se fue revelando poco a poco a través de viajes juntos, fotografías en redes sociales y vacaciones familiares, según confirman allegados a la pareja. Sin embargo, la sombra de la desaprobación, especialmente por parte de Alex, el hijo de Gibbon y ex-esposo de Wyld, siempre planeó sobre la relación. Este rechazo no era simplemente una cuestión moral, sino que se veía agravado por los conflictos económicos y patrimoniales que la inusual unión generaba.

La tensión preexistente entre padre e hijo, exacerbada por la nueva relación de Gibbon, había alcanzado un punto crítico en 2023, cuando Alex intentó atropellar a su padre en medio de una discusión relacionada con un negocio que compartían. Este incidente culminó en una condena para Alex, incluyendo prisión, prohibición de conducir y una orden de alejamiento. Este antecedente nos dibuja un panorama familiar ya de por sí complejo y cargado de resentimientos, incluso antes del dramático episodio en Florida.

El clímax de esta historia de desencuentros tuvo lugar a principios de agosto, en un resort cercano al mágico mundo de Disney. Una discusión junto a la piscina, aparentemente motivada por la ausencia de Jasmine en el testamento de Gibbon, escaló a niveles insospechados. Según el testimonio de Jasmine, Gibbon la sujetó por la cabeza y la sumergió repetidamente en el agua, haciéndola temer por su vida. La intervención de la hija de nueve años de Jasmine, quien intentó defender a su madre, añade un elemento aún más desgarrador a la escena. La pequeña resultó herida en el altercado, requiriendo atención médica, y la situación solo se contuvo gracias a la valiente intervención de dos testigos.

La versión de Gibbon, quien admite haber sumergido a Jasmine pero niega la intención de matarla, argumenta que ambos habían consumido alcohol y que la mujer lo había agredido primero. Sin embargo, para las autoridades, la gravedad de los hechos fue suficiente para imputarle cargos de intento de asesinato y dos cargos de agresión. Ahora, Gibbon espera su comparecencia ante el tribunal el próximo 9 de septiembre, mientras la fiscalía reúne las pruebas necesarias para determinar si se procede con un juicio por intento de homicidio o si se modifican los cargos.

Jasmine, por su parte, se recupera física y psicológicamente del traumático evento, rodeada del apoyo de sus familiares. Mientras tanto, en las redes sociales, el caso ha desatado un intenso debate sobre la moralidad de la relación entre Gibbon y Wyld, y la atención se centra en las consecuencias devastadoras que un romance prohibido puede desencadenar. El silencio de Alex, hijo de Gibbon y ex-esposo de Wyld, quien comparte hijos con la víctima, añade un elemento de incertidumbre a esta historia aún en desarrollo. ¿Qué repercusiones tendrá este incidente en la vida de los niños involucrados? ¿Cómo afectará a la ya fracturada relación familiar? Estas son solo algunas de las preguntas que quedan en el aire, a la espera de las próximas etapas del proceso judicial y las revelaciones que aún puedan surgir.