
12 de agosto de 2025 a las 00:15
¿Licencia para tu e-ride? Entérate cuándo.
La revolución de la micromovilidad en la Ciudad de México está a punto de experimentar un cambio radical. Los ágiles scooters y bicimotos, que han inundado las calles capitalinas con su promesa de rapidez y eficiencia, se enfrentan a una nueva era de regulación. ¿Libertad o caos? Esa es la pregunta que ha resonado en el Congreso local, impulsando la creación de un marco legal que busca ordenar el uso de estos Vehículos Motorizados Eléctricos Personales (Vemepe).
Imaginen el escenario: el bullicio citadino, el tráfico habitual y, entre los coches, una marea de scooters zigzagueando entre peatones y ciclistas. Una imagen que, si bien representa la agilidad y la practicidad de estos vehículos, también ha generado preocupación por la seguridad vial. La falta de regulación ha dado lugar a situaciones de riesgo, incidentes y una creciente tensión entre los diferentes usuarios de la vía pública.
Ante esta realidad, la Comisión de Movilidad Sustentable y Seguridad Vial del Congreso local ha dado un paso decisivo. La aprobación del dictamen que introduce la categoría Vemepe y establece la obligatoriedad de una licencia específica no es solo una medida administrativa, es una declaración de intenciones: la micromovilidad debe integrarse de manera responsable y segura en el ecosistema urbano.
Pero, ¿qué implica esta nueva regulación para los miles de usuarios que han adoptado estos vehículos como su medio de transporte predilecto? En primer lugar, la necesidad de obtener una licencia. Esto significa someterse a un proceso que, si bien puede parecer engorroso en un principio, busca garantizar un mínimo de conocimiento y responsabilidad por parte de los conductores. Conocer las normas de tránsito, comprender las señales y respetar los espacios designados para cada tipo de vehículo son aspectos cruciales para una convivencia vial armoniosa.
La clasificación de los Vemepe en dos tipos, según su velocidad máxima, también es un elemento clave. No es lo mismo un scooter diseñado para trayectos cortos y velocidades moderadas que una moto eléctrica capaz de alcanzar velocidades significativas. Esta distinción permite adaptar la regulación a las características de cada vehículo, asegurando una mayor precisión y eficacia en las normas.
Y hablando de normas, la prohibición de circular por banquetas y ciclovías es un punto fundamental. Los peatones y ciclistas, los actores más vulnerables en la vía pública, deben tener la garantía de espacios seguros y libres de interferencias. Esta medida busca precisamente eso: proteger a los más vulnerables y fomentar una cultura de respeto entre todos los usuarios de la vía.
La adaptación de las vialidades es otro aspecto crucial. Semovi tiene la tarea de analizar y modificar la infraestructura urbana para crear espacios adecuados para la micromovilidad. Esto implica no solo delimitar zonas específicas para la circulación de scooters y bicimotos, sino también repensar la distribución del espacio público, priorizando la movilidad sustentable y la seguridad vial.
La cuenta regresiva ha comenzado. El dictamen se votará en el Pleno del Congreso y, de aprobarse, el Gobierno de la Ciudad de México tendrá un plazo de 360 días para implementar la nueva regulación. Un año para prepararse, para adaptarse y para construir una nueva cultura de micromovilidad, más ordenada, más segura y más respetuosa. El futuro de la movilidad urbana en la capital está en juego, y todos, usuarios, autoridades y ciudadanos, tenemos un papel que desempeñar en esta transformación. Manténganse informados, prepárense para los cambios y juntos construyamos una ciudad más sostenible y segura para todos.
Fuente: El Heraldo de México