
11 de agosto de 2025 a las 09:35
Igualdad Ya: Urgencia Regional
El próximo 11 de agosto, México se convertirá en el epicentro del debate sobre la igualdad de género en América Latina y el Caribe, al acoger el Foro Parlamentario en el marco de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de la CEPAL. Este evento, coorganizado por ONU Mujeres, el Senado y la Cámara de Diputados, trasciende la simple reunión de legisladoras; representa una oportunidad crucial para impulsar dos pilares fundamentales de la agenda feminista: la paridad en todos los ámbitos de poder y la construcción de una sociedad del cuidado. La paridad no es un capricho ni una concesión, sino una reivindicación histórica de los movimientos feministas, una herramienta indispensable para democratizar nuestras instituciones y asegurar que las voces de las mujeres sean escuchadas y tenidas en cuenta en la toma de decisiones que nos afectan a todas. En México, si bien hemos dado pasos importantes hacia la paridad con un Congreso paritario y un número creciente de mujeres en gubernaturas, culminando con la histórica llegada de una mujer a la Presidencia de la República, estos logros no son un punto de llegada, sino un punto de partida. Aún persisten resistencias, viejos prejuicios y formas sutiles de exclusión, violencia política y simulación que impiden que las mujeres ejerzan el poder en igualdad de condiciones.
El segundo pilar, la sociedad del cuidado, nos interpela a repensar la distribución tradicional del trabajo. Durante décadas, actividades esenciales como el cuidado de niños, enfermos, personas mayores y con discapacidad, así como las tareas domésticas, han sido relegadas al ámbito privado, invisibilizadas y asumidas casi exclusivamente por las mujeres, sin reconocimiento económico ni social. Este trabajo no remunerado, a menudo realizado en condiciones precarias, es el pilar que sostiene nuestras economías y permite que otros trabajos existan. Reconocer el valor del cuidado, redistribuirlo equitativamente entre el Estado, las familias, las comunidades y el sector privado, y construir sistemas nacionales de cuidados con perspectiva feminista es una urgencia. No se trata simplemente de implementar políticas sociales asistencialistas, sino de impulsar una transformación estructural profunda que tenga implicaciones económicas, culturales y políticas, y que redefina la forma en que organizamos nuestras sociedades.
La celebración de este Foro, a 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y a 50 años de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada también en México, nos brinda una oportunidad única para evaluar los avances, identificar los retos pendientes y trazar una hoja de ruta conjunta para alcanzar la igualdad sustantiva. No se trata solo de una agenda legislativa, sino de construir una región más justa e igualitaria, donde ser mujer no sea sinónimo de exclusión, pobreza o violencia. Una región donde la igualdad deje de ser una aspiración lejana y se convierta en una realidad tangible. El Foro marca una etapa crucial en un proceso inacabado, un proceso de constante adaptación a una realidad en permanente cambio. Debemos tener la valentía de reconocer que la agenda feminista debe evolucionar para transformar la realidad y normalizar la igualdad. Este encuentro es una oportunidad para demostrar que las transformaciones profundas, las que realmente cambian la vida de las personas, se construyen desde el feminismo, desde la política y desde la lucha colectiva de las mujeres. Es un llamado a la acción, a la unidad y al compromiso para seguir trabajando juntas, legisladoras, activistas, académicas y ciudadanas, para construir un futuro más justo e igualitario para todas.
Fuente: El Heraldo de México